Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional Australiana explica hoy en la revista científica británica "Nature" que las especies vegetales han heredado su conservadurismo ecológico desde tiempos inmemoriales.

El equipo ha llegado a esa conclusión tras estudiar la distribución actual y ancestral por biomas -partes del planeta que comparten clima, vegetación y fauna- de 11.064 especies vegetales del hemisferio sur.

Esas especies, que constituyen el 15 por ciento de la flora total del hemisferio sur, son autóctonas de África, Madagascar, Australia, Nueva Guinea, Nueva Caledonia, Nueva Zelanda y Suramérica.

Los expertos, dirigidos por Michael Crisp, asignaron las especies a siete biomas, incluidos el alpino, la ciénaga y la sabana.

A pesar de que los vegetales se distribuyeron rápidamente en los últimos 50 millones de años, formando decenas de miles de nuevas especies, rara vez cambiaron de hábitat.

A lo largo de decenas de millones de años, sólo el 3,6 por ciento de las especies vegetales estudiadas cambió de bioma: los linajes rara vez colonizan nuevos hábitats.

Los científicos explican que este dato se aplica a todas las especies, desde los grupos más modernos de hierbas y legumbres a las antiguas plantas de gondwana, como las Cycadophytas.

Así, indican los expertos, el estatismo en función del bioma ha sido muy superior a los cambios, en una relación de 25 a 1.

Como los clados -conjuntos de especies emparentadas con un antepasado común- tienen una limitada capacidad heredada de cambiar de bioma, su potencial evolutivo está fuertemente determinado por la contracción o expansión del bioma en función de los cambios del clima.

El equipo investigador asegura que estos hallazgos contribuyen a conocer los mecanismos de invasión y supervivencia de las especies vegetales que se enfrentan al cambio climático.