Era cuestión de tiempo. El Lucentum se despide de la competición profesional tras desestimar ayer formar parte de la Adecco Plata, la última baza que tenía el club para mantener una mínima ilusión entre la afición. Ni eso. Sólo con el apoyo del Ayuntamiento el club ha quedado convertido en cenizas y la palabra Lucentum se verá únicamente en los equipos de la cantera, unos 400 niños que ahora no tendrán un espejo en el que mirarse. El filial militó la pasada temporada en la Primera Nacional. En estos momentos el club valora la posibilidad de mantenerlo o también abandonar esa posibilidad ante la escasez de recursos.

El Consistorio, máximo accionista de la entidad, aportará en principio 300.000 euros, pero irán destinados a abonar los compromisos adquiridos tras la firma del acuerdo del concurso de acreedores. Está por ver todavía la cantidad que dedicará para que los equipos puedan seguir funcionando, aunque el club espera encontrar un pequeño patrocinador para evitar hacer más gasto en las arcas públicas.

El que no continuará en la entidad será Luis Castillo. El empresario se despedirá en los próximos días de su segunda etapa en el club aunque se ofrece a seguir ayudando al Lucentum en lo que necesite. El presidente lucentino apostaba por competir la próxima temporada en la Adecco Plata tras abandonar hace días la posibilidad de seguir en la Adecco Oro. Sin embargo, el Ayuntamiento no lo veía del todo claro principalmente por viabilidad económica en una categoría con un alto coste por los desplazamientos. La última opción era jugar en la EBA, pero el Lucentum llega tarde y no tiene plaza en la competición, quedando abocado a seguir vivo con respiración artificial.

Con la dimisión de Luis Castillo que se producirá en el próximo consejo de administración, únicamente quedarán dos únicos consejeros en la entidad, Juan Seva y Mariano Postigo, ambos en representación del Ayuntamiento, máximo accionista. En principio, se asignará un gestor para que lleve las riendas del club, aunque todavía no se ha asignado.

De esta forma, se produce el adiós a la competición profesional del Lucentum en una temporada en la que se había conseguido el ascenso. No tardó el club alicantino en abandonar la idea de jugar en la máxima categoría cuando la ACB le dejó claro que debía abonar más casi dos millones de euros para retornar a la élite. Cuando se daba casi por sentado que el destino volvería a ser la Adecco Oro aunque sin ningún pensamiento de subir volvieron a surgir las dudas. Cada día que pasaba las posibilidades se convertían en peores. Tras sondear jugar en EBA se pensó poco después en la Adecco Plata, pero la pequeña ilusión duró poco. Ayer mismo quedó desestimada por el consejo de administración pese a haber hecho la preinscripción la pasada semana. Triste final para un Lucentum que tuvo que descender la pasada temporada de la ACB tras haber jugado la Copa del Rey y "play off".

Más de 400 niños se quedan sin equipo de referencia

El Lucentum espera la salida de muchos jugadores de la cantera al quedarse el club en una situación muy delicada. Los cerca de 400 jugadores que figuran ahora mismo en la entidad junto a los niños que juegan en equipos vinculados al tener un acuerdo con Santa Teresa se quedan sin un equipo de referencia en categorías profesionales. Incluso tampoco está asegurada la inscripción en Primera Nacional, categoría en la que el equipo filial del Lucentum jugó la pasada temporada. Dependerá del presupuesto que se necesita y si vale la pena el esfuerzo. Lo que queda claro es que el club está tocado de muerte con la decisión de abandonar la competición profesional. Uno de los jugadores que podría dejar el Lucentum es Radovan Kouril, aunque tiene contrato en vigor.