La renuncia del Lucentum a la ACB deja muy tocado el futuro del club alicantino, abocado a seguir en la Adecco Oro, sin posibilidad de subir y con una afición desilusionada por un nuevo revés en los despachos. La voluntad es no desaparecer, pero la dificultad de subsistir en estas condiciones es máxima. Como era más que previsible, la entidad alicantina no pudo reunir los más de 1,8 millones de euros necesarios para poder formalizar su inscripción en la máxima categoría.

Ayer acabó el plazo, pero el destino estaba escrito desde hace mucho tiempo, incluso antes de empezar la temporada, momento en el que se debió comenzar a buscar los apoyos necesarios tanto privados como públicos. De hecho, la plantilla que confeccionó el equipo alicantino el pasado verano tenía un único objetivo: conseguir el ascenso a la ACB.

Sin equipo en la élite, el club debe empezar a tomar decisiones a partir de la próxima semana. Para ello se espera convocar un nuevo consejo de administración para aclarar el nuevo panorama. El medio millón de euros que está dispuesto a volver a aportar el Ayuntamiento, máximo accionista de la entidad, dejan clara su voluntad de mantener al equipo en la LEB. Sin embargo, resulta difícil pensar en la supervivencia de un equipo que deambule por la categoría de plata sin ningún objetivo y con una masa social muy reducida.

Los dirigentes del Lucentum han preferido de momento no pronunciarse sobre la situación en la que se encuentra ahora el club alicantino. La incógnita sobre el futuro es muy considerable. Ni siquiera está asegurada la presencia de Luis Castillo como presidente de la entidad si se toma la decisión de seguir adelante.

La disolución es sin duda la última opción que manejan los responsables del club, principalmente por la cantera que hay detrás del equipo. No se descarta un equipo de LEB compuesto en gran parte por canteranos con un presupuesto mínimo para ir pagando deudas y poco a poco ir saneando el club.

"Siento vergüenza de que nadie dé un paso al frente"

"Es triste que el club pierda en los despachos lo que ganó en la pista por falta de apoyo institucional y empresarial", afirmó ayer Mariano Postigo, concejal del Ayuntamiento de Alicante y mienbro del consejo de administración del Lucentum. El edil señaló que esta institución no puede aportar más de medio millón de euros anualmente al Lucentum.

Además, aseguró que se siente "desolado" al ver que otras ciudades "a las que Alicante no tiene nada que envidiar" sí tienen baloncesto ACB. Postigo se mostró crítico con la postura adoptada por la Diputación de Alicante, cuya presidenta, Luisa Pastor, apuntó que su deber es "fomentar el deporte base y no el profesional". "Estamos hablando de un equipo de ACB y nadie se está dando cuenta de que estamos dejando marchar una promoción turística de Alicante sin paliativos", lamentó el consejero del Lucentum y edil de Deportes.

"Siento vergüenza de que nadie dé un paso al frente", manifestó Postigo, quien no dejó claro cuál será el futuro del club y si éste pasa por la disolución, aunque se mostró partidario de mantener el baloncesto de elite en Alicante. También lamentó el escaso plazo que la ACB ha dado al Lucentum para aportar el dinero necesario y confirmar su participación en la Liga, ya que el equipo alicantino confirmó su ascenso deportivo hace una semana.