La ACB no se atrevió ayer a tomar una decisión sobre el Lucentum. La agonía se prolonga diez días más, tiempo máximo que la asociación, a través de su comisión delegada, tendrá para comunicar el desenlace final al club alicantino. El decorado no invita al optimismo en ningún caso, ofreciendo la posibilidad de jugar en LEB como escenario más idílico. En principio, tal y como detalló Luis Castillo en rueda de prensa, existen dos vías. La primera, que la ACB dé el visto a la venta de la plaza al Iberostar Canarias por 2,6 millones de euros. Esta posibilidad dejaría al equipo alicantino en la LEB sin ninguna aspiración de volver a la máxima categoría.

La segunda vía, la deseada, es que la ACB otorgue al Lucentum los 1,8 millones que obtienen los clubes descendidos como compensación y que luego deben retornar cuando regresan a la máxima categoría. Con esta posición, el equipo jugaría en la LEB con esperanzas de poder subir algún año al no tener que abonar el canon.

Una tercera vía, que dejaría al Lucentum al borde de la liquidación, es que la ACB descarte las dos opciones, dejando al club sin ningún ingreso y abocado al fatal desenlace.

Todo está en manos de la ACB, que no aparta la mirada del Valladolid, al que dio diez días de plazo para cumplir los requisitos. La entrada o no del conjunto pucelano será crucial en la decisión final. El gran debate es si optan por liga de 16 o de 18 sin descartar incluso una de 17 de forma temporal. Todo ello se conocerá en diez días, pero deberá ser aprobado en la asamblea prevista para el día 30.

Cerrar la Liga

Uno de los deseos de la ACB es cerrar la Liga, de forma que no haya ascensos ni descensos con una liga de 16. La asociación observa ahora mismo el marco ideal para cumplir su propósito y el lunes se reúne con el Consejo Superior de Deportes para conseguir el permiso para esta misma temporada. Sin duda, un entorno que pone fin a cualquier esperanza del Lucentum.

Luis Castillo reconoció ayer la dificultad de existe para encontrar una salida aunque confió en que el "tsunami" en el que se encuentra la sociedad española no se lleve por delante todo el Lucentum e incidió en que, "aunque suene duro, es mejor que te corten un brazo que morirse".

El presidente lucentino, no obstante, afirmó que en la asamblea de ayer en Barcelona encontró "buena predisposición".