Las esperanzas de que el Lucentum pudiera dar la sorpresa ante el Barcelona se desvanecieron pronto. El conjunto azulgrana se paseó en Alicante, machacó a base de triples, de rebotes y de calidad en la pintura. No existió partido ni por supuesto emoción en un choque que no deja heridas al Lucentum. El equipo de Vidorreta sigue rozando su clasificación para el play off, mantiene la séptima plaza a falta de dos jornadas y el miércoles en Badalona puede certificar su clasificación.

El Barcelona arrolló desde el principio y ni siquiera la fe de los jugadores alicantinos en varias fases del encuentro inquietó al potente equipo catalán. La diferencia en el rebote fue abismal. 17 rebotes atrapó el Lucentum (llevaba 10 en el minuto 33) por 33 de su rival, una cifra que describe a la perfección el guión del choque. Hasta 27 triples lanzó el Barcelona de los que convirtió 12. Fue una losa para un Lucentum que esta vez no encontró su salvación en la línea de 6,75. Tampoco la pintura era terreno propicio para el conjunto lucentino. Ni en ataque ni en defensa. La envergadura azulgrana y la calidad de sus pívots anulaba cualquier intento de penetrar en zona prohibida.

Eidson se lució con tres triples y ni siquiera Xavi Pascual tuvo que recurrir a Navarro, que sólo jugó 14 minutos en los que protestó más que jugó. Mickeal también se convirtió en una amenaza para un Lucentum que sólo creó incertidumbre en el primer cuarto. Después el recital azulgrana no encontró pausa en ningún momento. El técnico azulgrana mantuvo la tensión en sus jugadores y el marcador fue contundente. Perdonable para un Lucentum que, salvo sorpresa, jugara su tercer play off de la historia. Jugar ante el Barça ya es un lujo que va camino de tener continuidad tras las últimas gestiones de la directiva. Por tanto, sólo se escucharon aplausos en un Centro de Tecnificación prácticamente lleno.

El Lucentum fue capaz de contener el fulgurante inicio del Barcelona. El 4-12 de inicio no asustó al conjunto alicantino que reaccionó de la mano de Urtasun para seguir a tiro en el marcador. El gran cierre de cuarto de Pete Mickeal impulsó al Barça (14-22). Demasiadas pérdidas, pocos rebotes (3) y pocas armas en la pintura.

La incertidumbre acabó pronto. Ráfaga de triples del conjunto de Xavi Pascual y 16-33. Los lanzamientos de Mickeal, Wallace y Lorbek difuminaban gran parte de las esperanzas. Pero el Lucentum no tenía en su mente rendirse y obligó al técnico del Barça a pedir tiempo muerto tras un parcial de 8-0. Mejoró la defensa alicantina y los decibelios aumentaban por momentos. Parecía haber partido. La sensación apenas duró unos minutos. Lo que tardaron en entrar los triples de Wallace y Huertas. Era cuestión de tiempo. 24-41 y al descanso.

Festival Mickeal

El Barcelona consolidó una renta cómoda de 20 puntos. Mickeal estaba inspirado y los argumentos lucentinos ofrecían poca solidez. Sólo los triples de Ellis y Dewar evitaban el sonrojo. Sin embargo, la lucha del Lucentum no cesaba. Un mate de Ndong prácticamente en el rostro de Barnes reflejaba lo que estaba sucediendo a la perfección. El equipo alicantino quería pero no podía ante un rival plagado de estrellas que exhibía con destreza sus poderosas armas.

El último cuarto no dio pie a muchos sobresaltos. El Barcelona no estaba dispuesto a poner el freno y el Lucentum seguía lastrado por su alarmante falta de rebote. En el minuto 33 sólo había capturado 10 por 28 de su rival. Sólo los dos triples consecutivos de Stojic e Ivanov elevaron el interés. Tiempo muerto de Xavi Pascual con 55-78 y el partido entraba en su desenlace. Triple de Ingles, Kone lanzando tiros abiertos...la tónica no varió ni un ápice en la recta final del partido.

Fue una derrota contundente pero sin dolor. Bastó la lucha de los jugadores del Lucentum para ganarse la ovación de una afición que agradece la histórica temporada que está firmando el conjunto de Vidorreta. El Barcelona nunca vio peligrar la victoria y se permitió el lujo de dejar a Navarro en el banquillo más minutos de lo habitual. El relax no existe para el conjunto azulgrana y el Lucentum pagó con paliza su falta de rebote. Hizo falta el mejor Ivanov de la temporada, el de la primera vuelta, pero su entrega hasta el límite es una realidad. Delante de Ndong, Lorbek o Fran Vázquez entrar en la "pintura" es asunto prohibido.