De la preocupación se ha pasado al optimismo. El juez ha dado el visto bueno al compromiso de la Generalitat de abonar cerca de un millón de euros al Lucentum en concepto de la publicidad que luce el equipo en su camiseta para evitar la disolución de la entidad. Sólo una condición: El ingreso debe ser inminente. Así, un primer pago de 400.000 euros se efectuará a principios de la próxima semana. El resto, en un plazo máximo de 15 días. Si esto falla, no habrá una segunda oportunidad y el juez ordenará de forma inmediata el cese de la actividad tal y como explicó ayer con claridad a Luis Castillo en el juzgado.

El club destinará el primer pago a solventar la deuda con los jugadores, técnicos y empleados del equipo. Así se lo hizo saber el presidente lucentino al equipo tras el entrenamiento vespertino en el Centro de Tecnificación. El dirigente se reunió con todos los miembros de la plantilla para tranquilizarles e instarlos a que sus sentidos se centren en el encuentro de esta tarde ante el Estudiantes.

Uno de los principales problemas era la fórmula para que la Generalitat ingresara dinero público en una sociedad en proceso concursal. Finalmente, el juez aprobó sin mayores problemas que fuera en concepto de publicidad, una deuda que se arrastra de las dos últimas temporadas y que en breve puede quedar finiquitada.

Durante más de dos horas se reunieron ayer representantes de la Generalitat, del Ayuntamiento, los administradores concursales y Luis Castillo con el juez. Hay que destacar que todavía no está salvado al cien por cien el club, aunque el paso dado es muy importante y el consejo de administración previsto para mañana será un mero formalismo. Allí se firmará la decisión de ir en contra del informe del administrador judicial en el que sugería el cese de la actividad.

Castillo afirmó tras la reunión que vio al juez con "una predisposición muy buena" y "comprensivo, dentro de la Ley" para que el Lucentum pueda "seguir trabajando y demostrarle que el club es viable". El dirigente lucentino no ocultó su satisfacción aunque dejó claro que todavía la entidad no está salvada. "Estoy muy feliz, pero todavía hay que trabajar mucho antes de celebrar que estamos salvados", señaló Castillo, que quiso agradecer el apoyo que ha tenido tanto del Ayuntamiento como de la Generalitat para resolver una situación que el martes vio "negra".

El presidente del Lucentum también se refirió a la "inoportuna" dimisión como consejero de Juan Ramón Varó, representante de Proaguas -empresa pública de la Diputación de Alicante-, algo que él consideró como el abandono de la institución provincial. "Eso es como si decimos que es de noche y nos asomamos y es de día. No voy a valorar ahora a la Diputación, sí lo haré en su momento. Pero ahora la Diputación no me importa nada, lo que me importa es salvar el club y trabajar con los que quieren echarnos un cable", señaló.

Una vez que el juez descarte por completo la disolución de la entidad el club podrá terminar la temporada sin mayores sobresaltos. El siguiente paso también será duro más adelante. El club deberá negociar con los principales acreedores una quita y un calendario de pagos que se deberá cumplir de forma escrupulosa para evitar nuevos problemas y salir del procedimiento concursal.