La situación es límite. La vida del Lucentum pende en estos momentos de la Generalitat y de los cerca de 700.000 euros comprometidos el pasado verano. Si no llegan en breve, el juez procederá a la liquidación de la entidad tal y como aconsejaba el administrador judicial en su informe.

La semana es clave. Uno de los salones del hotel Amérigo acogen esta tarde uno de los consejos de administración más importantes de la historia del club. En él se tomará la decisión de cerrar o de presentar alegaciones al juez para impedir que la vida del Lucentum llegue a su fin. Para que ocurra la segunda opción, la entidad debe ampararse en algo sólido, es decir, un ingreso del Consell. Podría servir un adelanto de los 700.000 euros pero acompañado de un calendario de pagos con el que poder convencer al juez 24 horas después.

La entidad trasladará la decisión que adopte el consejo mañana al juez de la Ley Concursal. Deberán ser argumentos sólidos perfectamente documentados para salvar al club de la disolución. Acabar la temporada sin deudas es vital, pero el camino de momento no es ése. La sociedad que preside Luis Castillo ha cumplido con su parte. El Ayuntamiento, máximo accionista de la entidad, no falló y firmó hace meses el convenio de 500.000 euros. Sin embargo, la Diputación decidió retirarse de la escena y la Generalitat se comprometió a aportar cerca de 700.000 aunque sin firmar. La institución pública busca la fórmula para inyectar dinero al Lucentum, ya que al estar involucrada en un proceso concursal hace imposible la transferencia directa de la subvención.

La situación se vive con máxima preocupación en la entidad. La buena clasificación del equipo en la ACB, octavo y cerca de entrar en el "play off", contrasta con la otra realidad. La plantilla acumula nóminas sin ingresar en su cuentas y la incertidumbre pesa en la recta final de la temporada. Llompart, Stojic y Urtasun conocen bien este estado de la pasada temporada, al igual que Vidorreta y sus ayudantes.

En cualquier caso, lo que ha dejado claro la plantilla es que los problemas económicos no están afectando a su rendimiento. La reacción de ayer en el Palacio de los Deportes a punto de remontar los 23 puntos lo atestigua.

El club trabajó ayer hasta altas horas de la madrugada en busca de una solución para llegar al consejo de administración con una visión más optimista.

El mensaje es claro, la única forma de que el Lucentum siga con vida es que entre en breve el dinero comprometido por la Generalitat. Todo lo demás significará el adiós del proyecto.