Otro día para no borrar jamás de la memoria. El Lucentum tiene motivos de sobra para exhibir una amplia sonrisa pese a perder ante un Madrid que se llevó el premio del Centro de Tecnificación gracias a dos triples de Carroll en el último minuto. La exhibición ofensiva del equipo de Vidorreta fue salvaje. Sus 15 triples (7 de Ellis) estuvieron a punto de noquear a un Madrid que se las prometía muy felices en el primer cuarto pero que luego se vio obligado a pedir clemencia. El equipo blanco golpeó desde el juego interior, su rebote ofensivo hizo mucho daño y su dura defensa no era sancionada con justicia. El Lucentum compensó su menor envergadura con acierto desde el perímetro, curiosamente el arma que empleó el Madrid para tumbar al equipo revelación de la ACB. Carroll, que hasta el último minuto llevaba una serie de 0 de 4 en triples, asestó dos puñaladas al alma del Lucentum. No mereció perder el equipo tras su descomunal partido, pero lo hizo de pie, como los grandes, recibiendo el homenaje de una afición que ayer llenó el Centro de Tecnificación. Se queda sin ser cabeza de serie en la Copa del Rey, un dato secundario. A buen seguro que cualquier grande firmaría evitar un cruce ante el Lucentum en la cita de Barcelona del próximo mes.

El encuentro tuvo que esperar al último suspiro para tener ganador. A falta de dos minutos, el conjunto alicantino marchaba por delante (86-84) tras dos tiros libres de Llompart. El sonido en el pabellón era atronador y el ataque le correspondía al Madrid. El balón llega a la manos de Carroll, que enfoca y anota un increíble triple que pone a su equipo por delante (86-87). No consigue anotar el Lucentum en la jugada siguiente y de forma inverosímil el escolta americano repite triple, esta vez mortal de necesidad y deja el encuentro en bandeja a los blancos (86-90) a falta de 1 minuto. Una personal de ataque de Barnes que supone su eliminación certificó la derrota. Fue cruel, pero no empaña el épico encuentro que ofreció el conjunto de Vidorreta.

El guión del partido fue maravilloso. El Lucentum comenzó tuteando al Madrid (6-6), pero un parcial de 0-12 dio al conjunto blanco su primera ventaja seria (6-18). Entre Mirotic y Tomic, la débil defensa lucentina inicial y el acierto del equipo de Pablo Laso, el primer cuarto tuvo neto color blanco (19-30). Un dato: 12 rebotes del Madrid por 4 del Lucentum. 19-30 al término del primer cuarto. Pocos hubieran apostado en ese momento por la victoria alicantina. Pintaban bastos.

Llega el vendaval

El verdadero festival llegó en el segundo cuarto, diez minutos que merecen ser enmarcados para siempre. El Lucentum se convirtió en una máquina de anotar triples ante el asombro de Laso, que no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Comenzó Ellis, le siguió un antológico Rautins y Dewar se unió a una fiesta que no quiso perderse Ivanov. Triple tras triple, el conjunto alicantino endosó un parcial de 33-21. En el recuerdo permanecerá aquella asistencia de Rautins que aprovecha Ivanov o el triple de Ellis que pone por delante al Lucentum por primera vez (48-47) ante el rugir del Centro de Tecnificación.

Vidorreta se ganó una técnica por sus protestas pero no afectó a la inercia ganadora. Fueron siete triples, una defensa perfecta y una lucha titánica para llegar al descanso por delante (52-51). Ya llevaba el equipo alicantino más puntos que en todo el partido de la pasada semana en el Palau Blaugrana.

Tercer cuarto: Tomic acaparó todas las miradas. El pívot dio un recital bajo el aro. Nadie era capaz de parar al gigante madridista. Pero el Lucentum pudo frenar a todos los demás a base de intensidad defensiva y un nuevo triple de Ellis sitúa al equipo con su máxima ventaja a falta de 5 minutos para el final del acto (65-59). El Madrid tenía motivos para la preocupación. Anotaba Tomic y Sergio Rodríguez, pero también entró el triple de Stojic. El pulso era una oda al baloncesto. Felipe Reyes entra en acción. Perfecto el pívot. Todo lo hizo bien. Más ración de Tomic. Finalmente, sólo pudo entrar el Madrid en el definitivo cuarto con un único punto de ventaja (70-71).

Arrancó el momento de la verdad. Otro triple de Ellis, canasta de Reyes, Llull...una lucha de poder a poder. Los minutos pasaban y nadie se distanciaba. El Lucentum llevaba la batuta con su acierto aunque echaba en falta ponerse delante de la línea de tiros libres. Sólo lanzó dos tras el descanso. La igualdad la rompió Carroll. Asestó dos golpes mortales en el último minuto. Cortó en seco la respiración de un Lucentum épico. Ganó el que atizó el último en un partido grandioso. Nadie debió perder.