Todo apunta a que va a ser un gran año. Primer partido y primer festival en el Centro de Tecnificación ante un Bilbao plagado de estrellas. El Lucentum se anotó su primera victoria de la temporada demostrando que si sigue en esta línea el sufrimiento por evitar el descenso será cosa de otros. Las buenas sensaciones que transmitía el equipo en pretemporada estaban plenamente justificadas y ayer el conjunto alicantino enamoró con un juego vivo y efectivo. Muy bien dirigido desde el banquillo, el Lucentum desarboló al Bilbao desde el principio. Dominó los dos primeros cuartos, tuvo una crisis en el tercero que dio alas a su rival y fue capaz de reconducir la situación en los dos últimos minutos gracias al empuje de Freire y al oportunismo de Dewar.

Espectacular Singler (32 de valoración) y brillante labor de equipo con exquisitas rotaciones que desorientaron a un Bilbao que hizo daño en la pintura y que pagó con la derrota el exceso de confianza. Hubiera sido igualmente elogiable la labor realizada por el Lucentum si el encuentro hubiera terminado con derrota. Siempre en el partido y con un espíritu de lucha que el público agradeció.

Parecía que había que ir mentalizándose para la derrota -honrosa, recalco- cuando un triple de Vasileiaidis coloca el 66-74 en el marcador a falta de poco más de dos minutos. Nada hacía presagiar que el Bilbao iba a relajarse y que el Lucentum tendría tanta fe en el triunfo. Para empezar, primero dos tiros libres de Ivanov, y después otros dos de Singler acercan al Lucentum (70-74) a falta de un minuto. Mumbrú intenta hacer la guerra por su cuenta y sentenciar el choque, pero falla y el balón queda en manos del Lucentum. Freire lo aprovecha anotando dos tiros libres (72-74). En la siguiente jugada, Jackson rompe la mala racha de su equipo (72-76) pero de nuevo Freire pone a todo el Centro de Tecnificación en pie con un triple que, ahora sí, invitaba a soñar con una victoria a falta de 25 segundos.

Con el miedo en el cuerpo, el exlucentino Josh Fisher se sitúa en la línea de tiro libre dispuesto a sentenciar prácticamente. Lo que no esperaba era fallar los dos y que Dewar aprovechara el contraataque para poner al Lucentum por delante después de mucho tiempo (77-76). El equipo alicantino aprovechó los instantes de aturdimiento del Bilbao para seguir abriendo la herida y adjudicarse un partido que tenía perdido.

Fue el premio a un encuentro brillante del Lucentum que tuvo en Singler a su gran estrella. Los alicantinos arrancaron con un claro 8-0 que provocó el primer tiempo muerto de Katsikaris. Jackson y D'or Fisher hacían daño pero el conjunto lucentino mandaba en los primeros minutos con un ataque ordenado y efectivo, aprovechado bien las pérdidas de balón de su rival. Con 23-18 finaliza un buen primer cuarto del Lucentum, liderado por Singler.

La ventaja de los alicantinos aumentó en el segundo cuarto con una canasta de Barnes (29-21), muy activo en defensa. La técnica a Dewar por salirse de la pista pudo marcar un punto de inflexión, pero no fue así. Sólo sirvió para que Mumbrú se entonara y apretara el marcador pero no para desquiciar al Lucentum. Las buenas acciones de Jackson eran contestadas por Singler (13 puntos al descanso) para llegar al final del primer cuarto con un optimista 43-39.

Crisis

No lo pasó bien el Lucentum en el tercer cuarto. Banic causó verdaderos estragos debajo del aro hasta el punto de darle la vuelta al marcador (48-49). La situación se complicó cuando entró en escena Vasileiadis y elevó la ventaja hasta los 8 puntos (54-62). El equipo de Vidorreta no reaccionaba ante un Bilbao cada vez más entonado que ya se frotaba las manos.La reacción llegó en el momento definitivo. El Lucentum no perdió la fe en la victoria y aprovechó la confianza del conjunto de Katsikaris para arrebatarle el primer triunfo de la temporada en un Centro de Tecnificación que vivió su primera gran fiesta.