El running alicantino todavía no acaba de asimilar la pérdida de Francisco Amat, de 57 años. El Maratón Vías Verdes de Ojos Negros se llevó la vida del corredor en el kilómetro 25 de la prueba castellonense. Natural del barrio de Carolinas, era una persona muy conocida en las pruebas populares donde no faltaba con su equipo, el Correbirras. El atleta se desplomó en plena carrera pese a no haber dado signos previos de encontrarse mal. Las causas exactas del fallecimiento se conocerán hoy y todo apunta a que el funeral tendrá lugar mañana en la Siempreviva.

El desánimo y el dolor sacude con fuerza en estos momentos a su equipo. José Antonio Martín, amigo íntimo de Paco desde hace más de 25 años, no daba crédito a la pérdida. Fueron juntos al fatídico maratón como casi siempre junto a otro amigo. «En un momento de la carrera decidimos incrementar el ritmo, él siguió al suyo y le dije que ya nos veríamos en la meta», relata Martín. «Cuando estaba esperándolo me dieron la noticia de que no iba a llegar», señala su amigo, dolorido y casi sin creérselo todavía.

Un corredor experimentado

Paco, que fue jugador de fútbol de Tercera División en el Alicante, cumplía el domingo su quinta maratón, aunque había corrido un sinfín de pruebas de otro tipo en sus más de diez años de experiencia como runner. Además, había participado en una ocasión en la ruta de las Fortalezas, prueba de 53 kilómetros; y en una Correbirras Acerto, competición organizada por su club en la que, en lugar de recorrer una distancia fija se contabilizan los kilómetros recorridos durante cuatro horas.

También acumulaba 45 medias maratones y 65 pruebas de diez kilómetros, lo que hacían de él un corredor experto.

Hasta el lugar de los hechos y tras recibir la llamada de emergencia, desde la organización se activó el protocolo de seguridad. Una UVI móvil ubicada a un kilómetro del suceso llegó rápidamente y, ante la gravedad de los hechos, el médico decidió trasladarlo al Hospital de Sagunt donde ya llegó sin vida.

Martín señaló que Martín era una persona «muy activa» y que se cuidaba mucho. «El año pasado también corrimos esta prueba. Iba todo perfecto, viajamos para pasar el fin de semana y volvimos uno menos», cuenta su compañero del Correbirras, que no se explica lo que le pudo pasar. «El recorrido es casi todo cuesta abajo, no es duro, y la temperatura de la prueba era buena», explicó Martín.

La casualidad quiso que también falleciera otro corredor en esa misma prueba. En este caso, «una parada cardiaca» explicaba la gerente de la empresa responsable de la prueba, parece haber sido el detonante de la defunción. Barros, experto atleta y distinguido corredor de multitud de pruebas era además también director técnico de la Media Maratón d´Espirall de Vilafranca de Penedès, fallecía tras finalizar la prueba en el hotel de Segorbe donde estaba hospedado. Al parecer, Barros habría notado un leve dolor en el pecho del que alertó a su mujer al acabar de correr, pero desistió de acudir a los servicios médicos. Sin embargo, tras llegar al hotel para descansar, sufrió de repente fuertes convulsiones hasta que falleció. Hasta el lugar de los hechos se desplazó una UVI móvil que no pudo más hacer nada por salvar su vida.

También hubo un tercer corredor que acabó ingresado en el Hospital aunque en principio no se teme por su vida.