A sus 85 años de edad (los cumplió el pasado 5 de enero), Salvador Domingo es con toda seguridad el deportista en activo de mayor edad de toda la provincia de Alicante. Éste octogenario sigue participando de forma habitual en medias maratones y en pruebas de diez mil metros. Y dice con satisfacción que fueron varios los maratones que terminó con más de 70 años cumplidos, aunque hoy ha decidido prescindir de la prueba reina, más por consejo de la familia que de motu propio ya que él se siente con fuerzas.

Su método de entrenamiento no tiene ningún secreto ya que entrena diariamente de lunes a viernes por espacio de una hora con lo que realiza un promedio de unos 50 kilómetros a la semana, cifra considerablemente inferior a cuando se preparaba para correr una maratón ya que entonces hacía unos 80 kilómetros semanales.

El pasado 15 de noviembre tuvo una de las mayores satisfacciones de su vida ya que participó en los 10 Kms Ciudad de Valencia y corrió junto a dos de sus nietos, logrando aguantarles el ritmo y entrando a meta los tres juntos. Una vez más recibió de la entidad organizadora el diploma que lo acreditaba como el participante de mayor edad.

Salvador Domingo durante toda su vida ha sido un apasionado del deporte. Nació en la localidad valenciana de Benifaió y hace 50 años se instaló en Cocentaina donde junto a un cuñado suyo montó una gasolinera. Desde un principio empezó a colaborar en todas las entidades deportivas de la población, en especial en frontenis, siendo el principal introductor de este deporte en la Villa Condal.

No empezó a correr hasta pasados los 50 y sus inicios fueron única y exclusivamente para mantenerse en forma, pero poco a poco le fue picando el gusanillo de la competición entrando de forma paulatina en el mundo de las carreras pedestres. Y así hasta hoy, que visto su estado de forma puede seguir compitiendo muchos años más. Éste hombre con 75 años cumplidos consiguó una medalla de bronce en el Maratón de Valencia. Su palmarés es digno de un deportista de elite y no tiene intención de rendirse, ya que según sus palabras, «correré hasta que me canse». De momento, sus piernas aún no conocen las agujetas.