Torrevieja vivió el pasado 28 de febrero su XXXI Medio Maratón en una mañana ventosa, con rachas de hasta 50 kilómetros hora, pero sin lluvia, registrándose unas cifras globales de 1.063 inscritos. De ellos, pertenecieron 450 a la prueba de 10 kilómetros, la cual vivía su sexta edición, y el resto a la carrera de 21 kilómetros y 97 metros. Un total de 389 participantes finalizaron el 10K y 511 concluyeron la prueba reina del medio maratón.

Era difícil describir las caras de satisfacción de quienes llegaban a meta tras una mañana de sudor, en lugar de quedarse plácidamente en una terraza o en la cama, máxime cuando en Torrevieja se suele decir que «con Mastral, vuélvete a acostar», en relación a que este viento dificulta el salir al mar para obtener réditos profesionales o simplemente lúdicos, y siendo una circunstancia adversa que al quemar kilómetros en el asfalto hace saborear el doble el triunfo personal de llegar a meta.

Previamente, hubo un ligero retraso general de 10 minutos debido a la voluminosa tramitación al filo de la salida del último contingente de inscritos, a los que acompañó toda la jornada una distinguida ambientación musical basada en sesiones «indies» bailables, sonando en meta y en los avituallamientos.

De esta forma, la banda sonora de esta batalla contra la resistencia del viento estuvo alentada por remixes de Second, Franz Ferdinand, White Stripes, La Habitación Roja, MGMT o Empire of Sun por citar algunos, siendo un himno de este grupo «We are the people» el tema que sonó cuando cruzaba la meta en primer lugar Cristian Fernández Paredes, con 1 hora y 11 minutos exactos, entrando segundo José Casas Martínez, a 27 segundos; y Eduardo Chorda Tur, a 41 segundos del ganador.

En féminas, la más rápida fue Cristina González García, con 1.26.16; quedando subcampeona la local Estefanía Carbonell Fernández, con 1.28.53; y Lola Domínguez, con 1.29.38, en tercera posición.

En cuanto a la prueba de 10 kilómetros, fue campeón el joven finlandés, de categoría promesa, Henrik Johan Goesch, con una marca de 34 minutos y 29 segundos; quedando subcampeón Javier Gómez Maciá, a 33 segundos; y en tercer lugar Juan Alonso Bas, con 35 minutos y 51 segundos.

Por su parte, Nuria Larred fue la primera fémina en esta distancia con 43.25, seguida de Mónica Torá, con 44.21; y de Carolina Gil Candela, con 44.31.

Las marcas de los ganadores fueron discretas, ya que la plusmarca del Medio Maratón la estableció, en 2003, Óscar Fernández Giralda, con 1 hora 2 minutos 21 segundos, mientras que la marroquí Malika Asahssa ostenta la femenina con 1 hora, 11 minutos y 27 segundos.

Participación

Aunque la participación fue inferior a los registros que en primera instancia se propuso la organización, más de un millar de personas luchando contra sí mismos siempre es una fiesta del deporte.

Muchos de los corredores entraban con sus hijos a meta, quienes se sumaban en los últimos metros a la prueba para entrar de la mano con sus padres, cuya idolatría se agiganta cuando sus peques les ven ser partícipes de estas mañanas festivas.

Y no sólo padres, sino también abuelos y abuelas, algunos rondando los 70 años, se atrevieron a desafiar la decreciente curva de la vida con gran humor, como el que puso un corredor disfrazado con peluca que hizo la prueba junto con unos perros que tiraban de un carricoche a modo de trineo. En definitiva, correr es un deporte total al que se termina amando aunque te haga sufrir, y si hubo gente de todas las edades, no faltaron parejas que cruzaron la meta de la mano sellando con un beso su particular triunfo al terminar la carrera.