Han pasado cinco meses desde que Bill Conner perdió a su hija de 20 años, Abbey, y sintió que debía hacer algo en su honor. Por ello, un día después de que su hijo Austin se graduase, Bill emprendió un largo camino en bicicleta para cruzar Estados Unidos.

Según ha publicado una página que promociona los trasplantes en Estados Unidos, Donate Life Louisina , el padre decidió recorrer 2.253 kilómetros para visitar a Jack, de 21 años, quien sobrevivió al ataque al corazón que sufrió gracias a la donación del órgano de Abbey.

La muerte de la joven ocurrió tras ser hallada inconsciente, junto a su hermano, en una piscina en Cancún. Ambos fueron trasladados al hospital, pero Abbey no consiguió sobrevivir tras el fuerte golpe en la cabeza.

La joven era donante y, por ello, su padre tuvo la necesidad de hacer algo en su honor. Donó el corazón de su hija a Jack, al que le quedaban días de vida. "Le daban diez días de vida. Gracias a Abbey, hoy está vivo", explica Conner.

En Estados Unidos es legal conocer la identidad de los donantes y Conner necesitaba volver a escuchar el corazón de su hija. Como si se conocieran de toda la vida, Bill y Jack se fundieron en un abrazo durante más de un minuto. Tras ello, le facilitaron un estetoscopio para que pudiese escuchar el latido del corazón de su hija, ahora de Jack. Las lágrimas no tardaron en salir mientras recordaba a Abbey.

Gracias a los órganos de la joven, cuatro hombres de entre 20 a 60 años, consiguieron sobrevivir.

Un vídeo ha inmortalizado este emotivo momento que ha dado la vuelta al mundo.