Un grupo de hombres encontró en la jungla una pitón de siete metros con un estomago sobredimensionado. La sospecha de lo que había en su interior les hizo actuar.

Al cortar el estomago del animal, el mal presentimiento se hacía realidad. La pitón había ingerido a un hombre de 25 años. La joven víctima estaba trabajando en una plantación de palmeras cuando desapareció, al cabo de 24 de horas encontraron a la culpable en los alrededores.

Este tipo de serpientes asfixian a sus víctimas antes de engullirlas enteras. Suelen comer de noche y sus principales presas son aves y roedores.