Castillos míticos como el legendario de Drácula, o el que inspiró a Walt Disney para su parque de atracciones, o los deslumbrantes del valle del Loira, o el emblemático de la monarquía británica y así hasta una decena, que conforman, bajo mi punto de vista, un conjunto de fortalezas europeas de visita ineludible para los amantes de estos bastiones fundamentales del patrimonio histórico y artístico.

El castillo de Frederiksborg, cercano a Copenhague

1. Castillo de Frederiksborg. Es el de mayor tamaño de toda Escandinavia y uno de los más atractivos de Europa. Está situado en Hillerod, una localidad a apenas 45 minutos en tren o bus de Copenhague. Se construyó entre los siglos XVI y XVII. Rodeado por unos bellos jardines y un lago, luce un aspecto impecable como consecuencia de su buen mantenimiento y la reconstrucción en 1839 tras ser destruido por un incendio. La visita exterior y de los jardines es gratuita. El interior se ha habilitado como museo y cuesta 8 euros.

Frederiksborg es el mayor castillo de Escandinavia

2. Castillo de Windsor. Es propiedad de la Corona Británica y ocupa más de 50.000 metros cuadrados. Se encuentra muy cerca del aeropuerto londinense de Heathrow, desde donde los autobuses 71 y 77 te llevan desde la terminal 5 en media hora. Recuerdo que lo vi aprovechando que disponía de cuatro horas libres en una conexión entre vuelos. De origen medieval, ha sufrido grandes modificaciones a lo largo de los siglos y una reconstrucción en 1992 tras un grave incendio. Reúne una amalgama de estilos, desde el georgiano y victoriano hasta el gótico, y toques modernos.

El castillo de Windsor, de la Corona Británica

3. El castillo de Bran, más conocido como el castillo de Drácula. Se incluye en todas las listas de los castillos destacados de Europa más por su fama que por su belleza. Se encuentra en el municipio de Bran, en la región rumana de Transilvania y se le conoce más por el castillo de Drácula pese a que, aunque pueda parecer sorprendente, el terrorífico personaje cinematográfico en el que se basó la novela de Bram Stoker nunca residió allí. Es más, Drácula es producto de la imaginación del citado escritor, que se inspiró en Vlad Draculea (Vlad el Empalador), príncipe de Valaquia famoso por sus enfrentamientos contra los otomanos y por la crueldad con la que castigaba a sus enemigos. Hoy es un héroe nacional en Rumanía y además una gran fuente de divisas por turismo. El castillo está rodeado de tiendas y mercadillos donde el nombre de Drácula se comercializa en todo tipo de objetos.

El castillo de Drácula se encuentra en la Transilvania rumana

4. Castillo de Neuschwanstein. Es el fruto de la megalomanía de Luis II de Baviera, el Rey Loco, que lo mandó construir en el siglo XIX en un entorno encantador. Se dice que sirvió de inspiración a Walt Disney para su modelo de castillo en sus parques temáticos y en la película La Bella Durmiente.

Castillo de Neuschwenstein, cerca de Múnich

Se encuentra a 130 kilómetros de Múnich y es uno de los atractivos de Alemania más visitados. Lamentablemente no se permiten fotos en el interior. Yo tuve mala suerte y mi visita coincidió con obras de restauración que dejaban oculta por andamios toda la fachada más fotogénica.

Andamios y plásticos cubren la fachada de Neuschwenstein

5. Castillo de Chambord. Es el más grande y posiblemente el más conocido del conjunto de Castillos y Palacios del Valle del Loira, la región francesa que agrupa una de las mayores y más bellas concentraciones de baluartes defensivos del mundo y declarada Patrimonio de la Humanidad. Se encuentra a 15 kilómetros de la ciudad de Blois.

Castillo de Chambord, en el valle francés del Loira

6. Castillo de Chinon. Situado sobre una colina bordeada por un afluente del río Loira, el castillo domina el entorno con una majestuosa belleza. Esta imponente imagen es la que me obliga a incluirlo entre los más destacados de Europa.

Castillo de Chinon, junto a un afluente del río Loira

Otras opiniones optan por decantarse por el castillo de Chenonceau como el más destacado del valle del Loira junto al de Chambord. Ha sido sometido a una amplia restauración en los últimos años.

Castillo de Chenonceau, en el valle del Loira

7. Castillo de Malbork. Esta gigantesca fortaleza, la mayor de Europa en ladrillo, se encuentra a apenas media hora en tren de la localidad polaca marítima de Gdansk. Fue construido para ser la capital de la Orden Teutónica y sede de su Gran Maestre en el siglo XIV. Se encuentra junto al río Nogat, en cuyas aguas se reflejan sus rojizos muros y torreones realzando su belleza.

La fortaleza de Malbork, cercana a la ciudad polaca de Gdansk

8. Castillo de Torrechiara. No hay unanimidad entre los expertos para elegir el castillo más destacado de Italia. Yo me decanto por el de Torrechiara, situado en un cerro a 18 kilómetros de la ciudad de Parma y que destaca por sus imponentes torreones que combinan elementos medievales y del Renacimiento.

Dos imágenes del castillo italiano de Torrechiara, cerca de Parma

9. Castillo de Sintra. Este baluarte portugués, oficialmente llamado Palacio da Pena, se encuentra en las cercanías de Lisboa y frente a la antigüedad de la mayoría de grandes castillos, todavía no ha cumplido los dos siglos desde su construcción. Destaca por la mezcolanza de distintos estilos arquitectónicos, que provoca opiniones muy polémicas, entre sus defensores y detractores. Está rodeado de bellos jardines y en una ubicación privilegiada, dominando el entorno.

Palacio da Pena, en Sintra, cercano a Lisboa

Castillo de Chillón. Para quienes cuestionan la inclusión del castillo de Sintra en la lista hay alternativas menos discutibles. Es el caso del castillo de Chillon, situado en un incomparable marco a orillas del lago Lemán, próximo a Montreux, en Suiza. Su origen se remonta al siglo XIII.

Castillo de Chillón, en el lago suizo de Lemán

10. Castillo de Trakai. Es sin duda la atracción más destacada de Lituania y la más visitada. Está situado a poco más de media hora en bus de Vilna, la capital del país báltico. Está construido en un entorno encantador, sobre una isla del lago de la población de Trakai y se accede a él mediante un puente de madera. El castillo se remonta al siglo XIV y se encontraba en ruinas pero fue totalmente reconstruido el siglo pasado. Tiene cierta similitud con el castillo polaco de Malbork.

Castillo de Trakai, en un lago cercano a la capital de Lituania

Por último, destaco un castillo que no se incluye en prácticamente ninguna antología de grandes fortificaciones europeas pero que a mí me impresionó y creo que está injustamente relegado. Se trata del castillo de Spis, situado en la región del mismo nombre al este de Eslovaquia, junto a la localidad de Zehra.

Castillo de Spis, en el noroeste de Eslovaquia

Spis fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 y su gran tamaño y majestuosa imagen sobre una colina domina todo el entorno. No es fácil de visitar ya que se encuentra alejado de la capital eslovaca y lejos de grandes atracciones turísticas, aunque se puede incluir en un tour por las bellas iglesias de madera del sur de Polonia y Noreste de Eslovaquia. No quiero terminar sin aclarar que no incluyo ningún castillo de España pese a que varios merecen estar entre la lista de los 10 mejores de Europa porque la riqueza del patrimonio defensivo español merece un capítulo aparte.

El castillo eslovaco de Spis desde otra perspectiva

TODAS LAS IMÁGENES DE MANUEL DOPAZO