Las 20 maravillas del mundo son aquellos lugares de imprescindible visita para quienes quieran presumir de conocer lo fundamental creado por el hombre en todo el planeta. Es una relación en la que casi todo el mundo coincide, desde las pirámides de Egipto, la más antigua, a la Sagrada Familia, todavía inacabada. Es verdad que hay quien piensa que alguna no merece estar y otras excluidas deberían incluirse pero, básicamente, son las más aceptadas.

Las pirámides de Egipto, la atracción de más antigua construcción

1.- Las Pirámides de Egipto. Es la atracción más antigua de la lista ya que se remonta a 4.500 años. Es una visita fácil por su cercanía pero complicada por las convulsiones políticas que sufre el país. De hecho yo he estado dos veces, una cuando la primera invasión de Irak, con el país vacío de turistas, y la otra, mucho más reciente, cuando la primavera árabe, con manifestaciones diarias en El Cairo. Ahora la situación se vuelve a complicar con el atentado al avión ruso pero parece que El Cairo está tranquilo.

La pirámide de Keops y la esfinge de Guiza

2. Machu Picchu. La población inca situada en los Andes del Perú destaca por su marco incomparable y su buen estado de conservación. Además, su visita se debe combinar con un recorrido por lugares tan espectaculares como Cuzco y el lago Titicaca, incluyendo las islas artificiales de los uros. Tampoco hay que olvidar el vestuario tradicional del pueblo de Perú, de gran colorido y belleza, aunque en muchos casos tenga connotaciones turísticas. Mi primera visita la hice cuando aún imperaba el terror de Sendero Luminoso y apenas había turistas. La más reciente ya fue más tranquila.

La ciudad inca de Machu Picchu

3. El Coliseo. El más famoso de los circos del Imperio Romano lo tenemos los alicantinos muy a mano ya que disponemos de vuelo directo a la capital italiana y puede ser motivo incluso de una excursión de fin de semana para ver la Ciudad Eterna. Por cierto, como pude comprobar hace dos meses, actualmente se encuentra una parte del mismo cubierto de andamios por obras de restauración, lo que le resta interés. Eso sí, se puede compensar con la Fontana de Trevi, que acaba de reinaugurarse tras muchos meses de rehabilitación.

Exterior del Coliseo de Roma

Interior del Coliseo de Roma

4. La Gran Muralla china. Decían que era la única vista identificable desde un satélite espacial pero al parecer todo era un bulo. En cualquier caso, es una obra faraónica que dicen que supera los 20.000 kilómetros de longitud. Muy cerca de Pekín se pueden contemplar tres tramos distintos, aunque el más conocido y visitado es el de Badaling, lo que provoca grandes aglomeraciones de visitantes durante la temporada alta. Gran parte de su trazado ha sido totalmente reconstruido. El tramo de Badaling tiene algunos sectores tan empinados que son un reto para los no deportistas.

Tramo de la Gran Muralla china en Badeling, cerca de Pekín

5. El Taj Mahal. Para mi gusto la maravilla de las maravillas. La he visitado tres veces y cada vez me subyuga más. Se encuentra en la ciudad india de Agra, a menos de 200 kilómetros de la capital del país, Delhi. Aunque el edificio culminante es el famoso mausoleo, Taj Mahal es un grupo de bellas construcciones y áreas ajardinadas que conforman un conjunto extraordinario. No hay que olvidar la visita desde el otro lado del río Yamuna, que permite ver el mausoleo reflejado en sus aguas. También es de obligada visita en Agra, aunque a muchos turistas se les escapa, otro mausoleo bellísimo igualmente de mármol blanco situado a apenas 15 minutos en taxi, conocido como “el pequeño Taj”, porque se considera que sirvió de boceto al arquitecto del Taj Mahal.

El Taj Mahal, en la ciudad india de Agra

El Mausoleo y otros dos edificios del conjunto del Taj Mahal

6. La Acrópolis de Atenas. Es la máxima expresión y el centro neurálgico de la cultura griega. Lamentablemente ha sufrido tantos daños que los restos que han sobrevivido están muy deteriorados, pese a las continuas restauraciones a las que son sometidos, especialmente el Partenón, que resulta casi imposible verlo totalmente desprovisto de andamios. Yo al menos no lo he conseguido en tres viajes que distan entre sí 35 años. Tiene una ubicación espectacular, en lo alto de una colina en el centro de Atenas.

La Acrópolis de Atenas con el Partenón en la cima

7. Chichen Itzá. La ciudad más importante de la civilización maya se encuentra en la península mexicana del Yucatán, en un área donde se encuentras otras ruinas mayas relevantes y muy cerca de las playas caribeñas de Cancún y alrededores, lo que conforma una zona de gran atractivo turístico, sin olvidar la bella ciudad colonial de Mérida. También se puede aprovechar para visitar las ruinas mayas de Uxmal, muy cercanas e importantes, y las de Tulum, no tan destacadas aunque ubicadas junto a las aguas turquesas del Caribe. Las otras ruinas mayas más relevantes, en Palenque, se encuentran demasiado alejadas, a casi un millar de kilómetros y sólo se visitan si se incluye un circuito por el Estado de Chiapas.

Pirámide maya de Chichen Itzá, en Yucatán, México

8. Petra. La ciudad nabatea situada en Jordania es otra de las grandes construcciones de la humanidad. La peculiaridad de Petra es que todas sus construcciones se hicieron horadando directamente en las montañas de la zona, modelando en sus laderas no sólo las viviendas sino también palacios y templos como los conocidos como el Monasterio y el Tesoro. La llegada a Petra resulta también espectacular, ya que se efectúa a través de un estrecho desfiladero que desemboca frente al imponente edificio del tesoro. El recorrido por el desfiladero se puede hacer a pie o a lomos de los muchos caballos que los lugareños ponen a disposición de los turistas.

El edificio del Tesoro, en Petra

El Monasterio, edificio excavado en la roca en Petra, Jordania

9. El Cristo Redentor. Es la más famosa atracción turística de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, hasta el punto de haberse convertido en una de las siete nuevas maravillas del mundo por votación popular. Quizás alguien se pueda escandalizar con lo que digo pero para mí lo más destacado de la visita del Cristo Redentor es la panorámica que se divisa de la Bahía de Río, una de las más bellas del mundo. Es fundamental hacer la visita en días soleados ya que es muy frecuente que las nubes impidan ver no sólo la bahía sino incluso la propia estatua, lo que provoca que la subida en el tren cremallera hasta la cumbre del Corcovado resulte inútil.

La bellísima bahía de Río, en Brasil

Estatua del Cristo Redentor, sobre el Corcovado

10. La Alhambra. Se le puede llamar de todo, desde ciudad, hasta palacio o fortaleza, pero en lo que todos coinciden es en calificarlo de un conjunto extraordinario y una de las manifestaciones cumbres del arte nazarí y musulmán. Para tener la seguridad de poder visitarlo no hay más opción que hacer la reserva por internet con varios días e incluso semanas de antelación. La vista panorámica desde el barrio del Albaicín y el recorrido por sus palacios, patios, jardines, fuentes y salas, resulta realmente impresionante.

Vista panorámica de la Alhambra de Granada

La Torre de las Damas, en la Alhambra

11. La Estatua de la Libertad. Es no sólo el icono de Nueva York, sino también de Estados Unidos. Si quieres llegar hasta la misma isla en la que se encuentra, al sur de Manhattan, tienes que hacerte el ánimo de que debes reservar toda una mañana dada la gran cantidad de turistas que la visitan a diario en cualquier época del año. Si además quieres subir al mirador de la escultura, que con la base tiene una altura de 93 metros, tienes que hacer la reserva desde internet con semanas de antelación.

La Estatua de la Libertad, icono de Estados Unidos

12. La Torre Eiffel. Es uno de los lugares más visitados del mundo, con seis millones de espectadores, muchos de los cuales optan por subir a alguno de sus tres niveles, desde los que tienes una visita panorámica de París, especialmente el segundo. Al tercero, situado cerca de la cumbre sólo se puede subir en ascensor. Tiene más de 300 metros de altura y fue hasta 1930 la construcción más alta del mundo. Está bellamente iluminada hasta las 2 de la madrugada.

La emblemática Torre Eiffel de París

13. La catedral de San Basilio y la Plaza Roja. Esta iglesia ortodoxa destaca especialmente por sus coloreadas cúpulas en forma de bulbo de cebolla y por situarse junto a la monumental Plaza Roja de Moscú y del río Moscova. Contemplarla a última hora de la tarde, cuando los dorados rayos del sol la iluminan, es un gran espectáculo. Hoy es la imagen más representativa de la capital rusa y el lugar más frecuentado por los turistas, junto con el vecino Kremlin.

La Catedral de San Basilio, en Moscú

14. Abu Simbel. Para mi gusto más impresionante que las pirámides, los dos templos se encuentran al Sur de Egipto, a unos 300 kilómetros por carretera de Asuán. Fueron construidos horadando y esculpiendo directamente las laderas de colinas hace más de 3.000 años y se salvaron de ser engullidas por las aguas de la presa de Asuán al ser trasladadas, pieza a pieza, a colinas artificiales construidas en un nivel superior. El templo mayor, llamado Gran Templo de Ramsés, destaca por sus cuatro grandes estatuas exteriores del citado faraón de 20 metros de altura. Muy cerca se encuentra el templo menor, el de Nefertiti, con seis estatuas exteriores, cuatro del Faraón Ramsés y dos de su esposa, Nefertiti. Lo mejor para visitarlos es en un corto vuelo desde el aeropuerto de Asuán, aunque también se puede hacer el recorrido en autobús.

El templo de Ramsés, en Abu Simbel

El templo de Nefertiti, en Abu Simbel, Egipto

15. La Ópera de Sídney. Esta construcción se ha convertido no sólo en la imagen representativa de Sídney sino incluso de toda Australia. Inaugurada en 1973, su forma de velero con las velas desplegadas y su bellísimo entorno de la espectacular bahía junto al también famoso puente de Sídney, justifican sobradamente su inclusión entre las grandes atracciones del mundo.

La Ópera de Sidney, en Australia

Vista nocturna de la Ópera y el puente de Sidney

16. La Sagrada Familia. El templo diseñado por Gaudí se ha convertido en el gran gancho turístico de Barcelona. Iniciado en 1882, todavía falta por completar el 35 por ciento del total, por lo que se calcula que se completará en 2026, si los trabajos siguen al ritmo actual. No obstante, su interior ya se puede contemplar y en el mismo se celebran oficios religiosos.

La Sagrada Familia en una imagen de hace unos meses

17. Los templos de Angkor. Son el conjunto de templos más destacados del sureste asiático y el símbolo de Camboya, la nación que ha incluido la imagen de uno de sus templos en su propia enseña nacional. Abarcan un área de 400 kilómetros cuadrados con casi un millar de edificios y monumentos, de entre los que destaca Angkor Wat, la construcción religiosa más grande del mundo. Fueron construidos entre los siglos IX y XIV por la civilización Jemer. Para visitar los templos más destacados se necesita un mínimo de dos días. Toda la infraestructura turística se sitúa en la población de Siem Reap, a unos 5 kilómetros de Angkor Wat.

El templo de Angkor Wat, en Camboya

18. El Palacio del Potala. La que tradicionalmente ha sido la sede de los dalái lama tibetanos hasta 1959, año en el que esta autoridad religiosa se exilió en La India, se encuentra en Lhasa, la capital del Tíbet, a 3.700 metros de altura. Es la más destacada construcción del peculiar estilo tibetano. Sus dependencias ocupan toda una montaña. Gran parte de la edificación es de color blanco y destaca por sus sólidos y elevados muros. El Palacio del Potala en Lhasa, la capital del Tibet

Vista nocturna del Potala, antigua residencia del dalai lama

19. El Templo del Cielo. Situado en un parque al sur de la ciudad de Pekín, es el edificio más grande y destacado de un complejo arquitectónico y botánico constituido por distintos pabellones y construcciones. El Templo del Cielo se levanta sobre una plataforma de mármol blanco y tiene un triple tejado de color azul, coronado por una bola dorada. Tuvo que ser reconstruido al resultar devastado por el fuego a finales del siglo XIX.

El Templo del Cielo, en Pekín

20. El Pabellón de Oro. La lista se completa con este encantador edificio que se encuentra en la ciudad japonesa de Kioto y es conocido oficialmente con el nombre de Kinjakuji. Aunque hay quien no lo incluye entre las 20 mejores construcciones del mundo, para mi gusto su presencia está sobradamente justificada. La gran belleza propia del pabellón se completa con un entorno encantador, rodeado de un pequeño estanque y una bella arboleda. No he podido sustraerme a su visita en las tres veces que he viajado a Japón.

El Pabellón de Oro, en la ciudad japonesa de Kioto

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