¿Quién le iba a decir a Rachel Brosnahan que, tras haber interpretado a la prostituta que sabía demasiado sobre los secretos de Francis Underwood en House of Cards, se iba a convertir en una de las actrices del año por una serie en la que es la protagonista absoluta? Y eso que este año hemos tenido títulos televisivos muy potentes protagonizados por mujeres. Desde Big Little a Lies Big Little a Liesa The Handmaid's Tale, pasando por Feud. A pesar de la dura competencia, la actriz ha conseguido una de las mejores interpretaciones de año y que le ha valido un Globo de Oro en el apartado de comedia por su papel en The Marvelous Mrs. Maisel, una de las series revelación de Amazon. Cuando en la plataforma iniciaron el proceso de selección de los episodios piloto que habían rodado para convertirlos en serie, tuvieron muy claro que Mrs. Maisel sería una de ellas y aprobaron de golpe dos temporadas, la primera de ellas ya disponible en la plataforma. Ocho episodios que se disfrutan de tirón y dejan ganas de que llegue ya la segunda temporada, aunque me temo que hasta final de año vamos a tener que despedirnos de esa posibilidad.

La serie es el último trabajo del matrimonio formado por Daniel y Amy Sherman Palladino, los creadores de Las chicas de Gilmore. Tras haber resucitado para Netflix el título con el que alcanzaron el éxito la década pasada, la pareja ha fichado ahora por la competencia y no sabemos aún si eso supondrá que nos podemos ir despidiendo de momento de volver a Gilmore para nuevos episodios. La serie está ambientada a finales de los años 50, justo en la misma época donde arrancaba Mad Men, para contarnos la historia de un ama de casa de clase media que se lanza a los escenarios a hacer monólogos de humor, después de que su matrimonio estalle en pedazos. Desde el primer minuto hasta el último de la primera temporada, se demuestra que el personaje de Midge Maisel es brillante cuando le ponen delante un micro y un público ávido de escucharla. El resultado es una comedia elegante, con diálogos rápidos y vibrantes. La serie desprende un aroma propio de los clásicos del séptimo arte, como las películas de Katherine Hepburn. Pero que nadie se espere una trama de continuas carcajadas, ya que en ella los momentos de drama se alternan con los de comedia. La familia de la protagonista es de origen judio por lo que no faltan las referencias a sus costumbres. Al tratarse también de clases medias y en la ciudad de Nueva York, las referencias a Woody Allen son también inevitables.

Al inicio del episodio piloto, vemos cómo Midge Maisel pensaba que su vida era perfecta, volcada en su marido y sus dos hijos. Hasta que un día su esposo le anuncia que va a dejarla por su secretaria. Al ver que todo su mundo se desmorona y tras ahogar sus penas de esa noche en el alcohol, Midge acaba en un escenario desahogándose con el público, el mismo en el que su marido trataba de hacer sus pinitos como cómico. Los monólogos con los que Midge da rienda a su ironía y sus fustraciones acaban desatando las carcajadas del público. Si en GLOW, Ruth Wilson (Alison Bree) se veía abocada a la lucha libre femenina para mantener su carrera de actriz; en The Good Wife, Alicia Florrick (Julianna Margulies) tenía que dejar sus labores de hogar para regresar a la abogacía; en The Marvelous Mrs. Maisel Migde descubrirá que tiene un talento innato para ser cómica en el escenario.

La llegada de Midge al mundo del espectáculo no parece que vaya a ser un camino de rosas. Sus padres no soportan la ruptura matrimonial y la consideran una gran vergüenza para la familia, por lo que están todo el día trabajando por la reconciliación de la pareja. ¿Hemos dicho ya que esta serie transcurre en la época de Mad Men, ¿verdad? Uno de los temas recurrentes también en esta serie es el machismo en la sociedad. Midge Maisel se mueve en un tiempo en el que no se ve con buenos ojos que una madre de familia salga por las noches a los escenarios de los clubs a contar chistes. Hay hasta agentes de policía controlando las actuaciones para evitar obscenidades. La serie es la historia de una mujer que trata de labrarse su propio camino en una sociedad machista tras haberse pasado la vida en el papel de abnegada esposa. Los creadores del personaje sostienen que Midge no es una persona feminista, aunque sin saberlo hacía cosas que otras mujeres no hacían y abrió caminos para otras. Su momento de mayor triunfo vendrá cuando su marido acabe viendo con sus propios ojos que su esposa le ha superado con creces en su sueño oculto de ser humorista.

Los Palladino aseguran que su personaje es completamente ficticio, aunque hay quien ve semejanzas con el de la cómica estadounidense Joan Rivers, una de las primeras que triunfó en el oficio y que alcanzó su verdadero éxito cuando dio el salto a la televisión. ¿Veremos a Mrs. Maisel triunfar en la pequeña pantalla? El personaje interpretado por Rachel Bosnahan pasa a formar parte de ese selecto club de monologuistas de series televisivas como Seinfeld, el recientemente caído en desgracia Louie C. K. tras los escándalos por acoso sexual en Hollywood, o Ignatius Farray, por buscar un ejemplo patrio en El fin de la Comedia. Que su éxito se prolongue por muchos años.