La segunda temporada de Jessica Jones era uno de los estrenos Marvel más esperados de Netflix. La emisión de The Defenders el pasado verano puso en evidencia que la detective privada con réplicas ácidas, chaqueta de cuero, vaqueros gastados, aficionada a los chupitos y fuerza sobrehumana era una de los personajes que se comía la pantalla en todas las escenas en las que aparecía en el crossover entre los superhéroes de la plataforma on line. Y eso a pesar de que su serie era la que menos tenía que ver con la trama principal de aquella. Dos años llevaban esperando los fans los nuevos episodios del personaje interpretado por Kristen Ritter y la segunda temporada llegó por todo lo alto la semana pasada. Un estreno que se adelantó al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. La fecha elegida no ha sido casual ya que los trece episodios de esta nueva temporada han sido dirigidos por mujeres. En el mundo del cine, este año era más reivindicativo que nunca, sobre todo tras haber aflorado años de situaciones de acoso.

Hace un año, Ryan MurphyRyan Murphy nos contaba en Feud a través de los personajes de Bette Davis y Joan Crawford cómo las actrices, una vez alcanzada cierta edad, eran marginadas y tiradas como juguetes rotos. En definitiva, eran reemplazadas por otras más jóvenes, mientras que los actores masculinos tenían garantizado su papel de galán, tuvieran la edad que tuvieran. Ejemplos en series de televisión de actrices protagonistas que ganan menos que sus compañeros de reparto, los hay a montones. El último caso lo hemos conocido esta semana con The Crown.The Crown Si para las actrices ya era complicado, el que una mujer tuviera la pretensión de ponerse detrás de las cámaras era poco menos que una quimera. El éxito de Wonder Woman en los cines este verano, película del género de superhéroes y dirigida por una mujer (Patty Jenkins) indica que algo parece estar cambiando, aunque hay muchas brechas que superar todavía.

Cuando Melissa Rosenberg empezó a poner en marcha la segunda temporada de Jessica Jones, se le ocurrió proponer a sus jefes el intentar que los episodios estuvieran dirigidos por el mayor número de mujeres posible. Con seguridad, ni se le pasó por la cabeza que la respuesta iba a ser que incrementara la apuesta: Que cada capítulo tuviera una realizadora diferente. Quizá ninguna de ellas tenga el caché de Patty Jenkins y son unas desconocidas para el gran público, pero todas acumulan años de experiencia tras las cámaras, donde han pasado por un importante número de series de televisión. Así es este medio. Una semana estás haciendo una de superhéroes, como sobreviviendo al apocalipsis en The Walking Dead, resolviendo tramas policiacas en una serie procedimental o sacando la lágrima en algún título de la factoría Shondaland. Puede que lo que venga ahora parezca una lista de nombres y de series, pero lo que he tratado de hacer con ella es rendir un pequeño tributo a un trabajo que a veces se hace casi anónimamente. Seguro que todos hemos visto esos otros episodios dirigidos por ellas, pero nunca recordamos sus nombres. No es una filmografía exhaustiva, sino un pequeño botón de muestra de su trabajo.

En la cuenta de Twitter de @JessicaJones se ha presentado en los días previos al estreno a algunas de estas directoras y se nos dan algunas pinceladas de los trabajos más descatados de su carrera. En el currículum de Anna Foerster, la directora del episodio piloto, nos encontramos con episodios que van desde Outlander a Mentes Criminales para la pequeña pantalla y uno de los títulos de la saga Underworld en el cine. Le sigue Minkie Spiro, qie ha pasado por Downton Abbey, por One Mississippi y por Better call Saul; mientras que Maizee Adams parece centrada en el género superheroico, ya que ha realizado episodios de Arrow, Legends of Tomorrow, Smallville y Shadowhunter. Deborah Chow acumula dos premios internaciones por sus cortos, mientras que en televisión ha pasado entre otros títulos por Mr. Robot y Turn Espías de Washington. Millicent Sheldon fue la primera realizadora afroamericana en recibir un Emmy por la comedia Black-Ish. Para Jet Wilkinson no era nuevo trabajar para la Marvel de Netflix tras la realización de episodios de Punisher y de Iron Fist, aunque arrastra una larga carrera en el culebrón australiano Vecinos (en la que empezó la estrella del pop Kylie Minogue) donde ha dirigido ni más ni menos que 167 capítulos de los más de 7.000 que lleva emitidos desde su estreno en 1985. Jennifer Getzinger ha sido script en títulos hoy míticos como Los Soprano, Mad Men o Sexo en Nueva York, pero se ha puesto tras las cámaras en otras series actuales. Entre los trabajos de Zetna Fuentes encontramos entregas de Cómo defender a un asesino, Shameless y Ray Donovan. La lista coninúa con Rose Mary Rodriguez directora de capítulos de The Walking Dead, The Good Wife y Rescue Me. La especialidad de Neasa Hardiman son los documentales, pero también tiene en su haber algunos episodios de Happy Valley. No sé si a la hora de hablar de Jennifer Lynch es bueno decir que fue la directora de My Boxing Elena, la fallida película protagonizada por una de las estrellas de Twin Peaks, Sherilyn Fenn, pero indica que se ha movido en el género del terror, donde era inevitable que pasara por American Horror Story y la ya citada franquicia de los muertos vivientes. Ha sido ella la agraciada con el episodio que nos trae de regreso a Killgrave, el carismático villano de la primera temporada bordado por David Tennant. Seguimos nuestro repaso a la lista de directoras con Liz Friedlander, que empezó en el mundo del videoclip y ha trabajado en un buen número de series entre las que se encuentran Pretty Little Liars, Gossip Girl y One Tree Hill. Para el último episodio tenemos una directora que repite, Uta Briesewitz, ya que ya estuvo en la primera temporada de Jessica Jones, pero también en The Defenders y en Iron Fist, así como otros éxitos de Netflix como Altered Carbon y Orange is the new Black.

La segunda temporada de Jessica Jones tenía el riesgo de no contar con un villano de la talla de Killgrave pero se han buscado una villana con el suficiente vínculo emocional con la protagonista para mostrar su lado más vulnerable. La serie ofrece los tradicionales guiños y bromas privadas destinados a los fans de Marvel (el personaje de El Zumbador, la llegada de Gata Infernal al final de la temporada) pero está dirigida sobre todo al público para el que los superhéroes no es su género habitual. No hay mujeres rescatadas en el último momento por el galán de turno, sino que éstas se las bastan y se las arreglan para salir por sus propios medios de los líos en los que se meten. A Jessica Jones le da risa ver cómo a algunos macho-alfas ven en los poderes de la detective una amenaza hacia su virilidad. La trama evita esa maniquea separación entre el bien y el mal. No todo es en blanco y negro, sino que hay grises. Hay personas que toman decisiones cuestionables, en muchos casos arrastradas por el dolor. Además se empieza a repartir más el peso de la trama entre los personajes secundarios, donde a veces su historia tan adictiva como la principal. La segunda temporada mantiene el buen nivel de la primera y deja los cimientos preparados para una tercera. Y allí estaremos para disfrutarla.