Una serie de televisión que adapta una famosa saga de novelas, ambientada en otra época, con toques de fantasía, que refleja un mundo brutal, malos muy sádicos y con escenas de sexo. ¿Qué es? Pues no, no es Juego de Tronos. Hablamos de Outlander, una serie que inicialmente se vendía como una especie de Juego de Tronos dirigido al público femenino, pero que, a medida que avanzaban sus episodios, ha ido superando tópicos y se ha convertido en una de las sorpresas televisivas de la temporada. De hecho, fue una de las producciones por las que apostó Movistar para su aventura televisiva en España.

Tras el éxito internacional de Juego de Tronos en HBO, la plataforma de cable Starz se lanzó a buscar su propia saga literaria que le diera cierto toque de calidad. Uno de los mayores éxitos que tiene en su catálogo es Spartacus, pero no podemos decir que éste sea un producto que le dé prestigio crítico. La obra elegida para tratar de subir al podium de las series ha sido la nacida de la pluma de Diana Gabaldon: Las novelas Outlander (Forastera, como se la llamó en España). Aquí no hay riesgo alguno de alcanzar a los libros, ya que tenemos hasta el momento hasta ocho volúmenes publicados, por lo que hay episodios para rato. La historia cuenta cómo, acabada la Segunda Guerra Mundial, una enfermera británica llamada Claire Beauchamp viaja en el tiempo y acaba en la Escocia del siglo XVIII. Una mujer del siglo XX atrapada en un mundo de hombres donde a causa de su sexo se la ve como alguien inferior y se enfrenta al riesgo de ser acusada de brujería si demuestra sus conocimientos médicos. Los escoceses la ven como una espía y los británicos como una traidora.

El responsable de la adaptación televisiva de Outlander para Starz es Ronald D. Moore, uno de los artífices de la nueva versión de Battlestar Galactica y uno de los mejores guionistas del resurgir de Star Trek en los años 90. Le ayuda en la producción otro íntimo colaborador de su etapa trekie, Ira Steven Behr, productor de Star Trek: Deep Space 9, la serie más ocura de la franquicia. Para garantizar la fidelidad a las novelas, la propia Diana Gabaldon supervisa la serie y colabora en la producción, al igual que George R. Martin hace para Juego de Tronos en la competencia. En cuanto al reparto, de protagonista tenemos a Caitriona Balfe, actriz que comenzó su carrera como modelo de Victoria Secret; mientras que Sam Heughan, es el joven escocés con el que ella mantiene un tórrido romance. Por último, Tobias Menzies es el malo-malísimoEl personaje de Jack Randall bebe mucho del malvado cardasiano Gul Dukat que los dos productores crearon para Espacio Profundo 9. Para complicar más la cosa, Jack tiene el aspecto del marido de la protagonista en el siglo XX, puesto que es su antepasado. Posiblemente, la cara del actor os suene de algo y es que ya le vimos en otros de los momentos más traumáticos de la televisión: él fue el novio de la Boda Roja. (Por cierto que su personaje podría reaparecer en la sexta temporada de Juego de Tronos, ya que fue uno de los pocos Stark que sobrevivió a la celebración).

Outlander comienza con un tono pausado, quizá demasiado en el primer episodio, pero poco a poco va cogiendo fuelle hasta alcanzar esos momentos que tienen al espectador con el corazón en un puño. La voz en off que va contando la historia, el romance que desde el principio se va insinuando con Jaime Fraiser (el galán de la historia) dan a entender que estamos ante una novela rosa. Pero el argumento empieza a remontar, trascendiendo la idea de si es una serie para un público femenino o masculino. Hay una gran sensibilidad en el tratamiento de las escenas de sexo y no estamos ante otras Sombras de Grey de baratillo. Una de las novedades con respecto a otro tipo de historias parecidas, es que aquí ella es la experimentada e independiente, mientras que él, será un as con la espada y en la lucha, pero en cuestiones de cama está totalmente verde. Ella es su maestra y quien lleva la iniciativa dentro del dormitorio. Pero no todo es romanticismo. También cuenta con escenas brutales en las que los malos despliegan su sadismo y llevan al límite cuánto nivel de tortura estamos dispuestos a aguantar frente a la pantalla. ¿Te parecían brutales y perversos Joffrey Baratheon o Ramsay Bolton en Juego de Tronos? Pues espera a ver de lo que es capaz Jack Randall El Negro.

La primera temporada ha tenido 16 episodios que se han emitido en dos tandas de ocho. Que Outlander iba a tener una segunda temporada era algo que ya estaba anunciado desde el pasado verano, cuando apenas se habían emitido los primeros capítulos Todo parece que la acción va a saltar de las verdes tierras de Escocia a París. Y es que, según las novelas en las que se basa la serie, los protagonistas parece que van a ir recorriendo otras regiones de la época, llegando incluso a dar el salto al charco antes de la independencia de Estados Unidos del Reino Unido. En principio, tenemos una temporada por libro, por lo que, si la cosa va bien, tenemos ocho años por delante para seguir la historia de amor que va más allá del tiempo de esta pareja. Mientras esperamos los nuevos episodios, disfrutad de los créditos de esta serie.