No hay mejor carta de presentación para una serie que sus títulos de crédito. Algunos cometen la atrocidad de saltarlos con el mando a distancia, pero otras veces son las propias cadenas las que optan por meter el tijeretazo para poder calzar más anuncios en su parrilla. Digo atrocidad porque algunas de ellas han pasado a ser auténticas obras de arte y hay empresas especializadas en rodar estas secuencias. En apenas un minuto y medio, mientras vemos el nombre del reparto, así como también suelen darnos las claves de lo que vamos a ver. Más tarde, cuando ya estamos enganchados, bastan los primeros acordes de la banda sonora para que nos metamos en harina y nos preparemos a disfrutar una dosis de nuestros personajes favoritos. Como si estuviéramos haciendo la descompresión para salir tras haber buceado en lo más profundo. Los créditos del final también forman parte de este ritual y sobre todo cuando uno está maratoneando series permiten paladear el episodio y dar un pequeño respiro para lanzarse al siguiente. Últimamente sobre éste ya se empiezan a hacer variaciones, cambiando la banda sonora para recalcar que en el capítulo ha pasado algo importante. Esta semana en el blog hacemos nuestro pequeño homenaje a los títulos de crédito de nuestras series de televisión favoritas.

Lista para modernos. Para empezar, no hay nada como hacer un repaso a las series de actualidad donde las nominaciones a los Emmy, los premios de la tele, nos muestran algunas joyitas en estas pequeñas secuencias de presentación. Los nominados son:

1) Narcos: Nos trasladamos a los 80 y a la lucha del estado colombiano contra los líderes del cartel de Medellín. Imágenes reales de la época junto con otras que muestran el mundo de las drogas mientras suena Tuyo de Rodrigo Amarante. Las fotos de Pablo Escóbar, el narco más poderoso de Colombia, contribuyen a dar un aire de documental y de realismo a la serie de Netflix.

2) Jessica Jones: La secuencia no sólo trata de evocar la atmósfera del género noir de los detectives privados, sino también el arte de las portadas que hizo David Mack para el cómic de la Marvel. La música empieza tranquila, casi como si fuéramos el detective privado que va buscando secretos en la noche, pero va subiendo en intensidad para sugerir que nos introducimos en los ambientes más peligrosos de Nueva York. Una de las sorpresas del año.

3) El infiltrado (The Nigth Manager): La gente se mata mientras otros se lucran con la venta de las armas utilizadas para acabar con vidas. Los objetos de lujo se van transformando en poderosas armas e instrumentos de destrucción en la secuencia inicial de esta miniserie de ocho episodios, en la que Hugh Laurie encarna al villano multimillonario que ha amasado su fortuna vendiendo arsenales al mejor postor. La banda sonora recuerda a aquellas composiciones de Bernard Hermann para las películas de Alfred Hitchcock, que ya trató en muchos de sus títulos historias de espionaje y agentes encubiertos.

4) The Man in the High Castle: Lamento que el vídeo no corresponda a los títulos de crédito, pero parece que la secuencia ha sido retirada de Youtube. De todos modos, podéis ver la escena aqui. La secuencia nos sumerge en una nueva realidad, donde los nazis y los japoneses ganaron la Segunda Guerra Mundial y se repartieron los Estados Unidos. Los alemanes, el este y los orientales, la costa oeste. Iconos americanos como el monte Rushmore o la Estatua de la Libertad se mezclan con esvásticas y águilas imperiales. La canción que suena es Edelweiss que seguramente os sonará de la película Sonrisas y Lágrimas, la canción que es obligada a cantar la familia Trapp durante un festival nazi.

5) Vinyl: La serie de HBO ha sido uno de los planchazos del año que no ha conseguido pasar de su primera temporada. Aún así ha conseguido arañar alguna nominación para los Emmy. La secuencia inicial acompañamos a la aguja de un tocadiscos en su recorrido por los surcos de un vinilo, mientras vemos imágenes que nos evocan el mundo de la droga y de los conciertos de rock durante los añós 70 en los que está ambientada la serie.

Las cabeceras más minimalistas. Cambiamos de tercio para hablar de los títulos de créditos más minimalistas.Sólo unas pocas notas y los rótulos imprescindibles, el resto ya se irá poniendo a medida que avance el capítulo. Su escasa duración no les quita ni un ápice de mérito, por condensar en segundos qué serie vamos a ver.

5) Scandal: A Shonda Rimes esto de los títulos de crédito parece que no le van. Ya fulminó en su día los de Anatomía de Grey y en Scandal opta por lo mismo. Una escena breve y concisa de las intrigas de cama en los despachos del poder de Washington.

4) Hannibal: Los apenas treinta segundos bastan para decirnos nasta quién es el reparto protagonista. La sangre va formando los bustos de los protagonistas para al final realzar el rostro de Hannibal Lecter, el caníbal más famoso de la ficción. Pese a que la serie fue cancelada, todavía muchos no renuncian a una cuarta temporada que adapte la historia de El silencio de los corderos.

3) The Good Wife: El rostro de Alicia Florrick formado como una reproducción aumentada de la fotografía de un periódico, en alusión al escándalo mediático que la obligó a salir de su papel de ama de casa y volver a la abogacía. La música se ha ido modificando a medida que avanza la serie y en las últimas temporadas llega a ser épica. Esta ficción del CBS nos lleva a preguntarnos, ¿en qué momento debe aparecer la cabecera en el episodio? En The Good Wife muchas veces no llegaba hasta los diez minutos de capítulo.

2) Breaking Bad: Los elementos de la tabla periódica formando los títulos de crédito. Simple, conciso y de apenas 20 segundos. Los conocimientos de química de Walter White le convertirán en el fabricante de anfetamina más codiciado de América.

1) Lost: En muy pocos segundos y sin ornamentos de ningún tipò, ya sabemos que nos vamos a ver envueltos en los misterios que rodeaban a esa enigmática isla en el Pacífico. La serie de los enigmas que se iban resolviendo, mientras aparecían otros. Algunos no estuvieron contentos con su final Algunos no estuvieron contentos con su finalporque pretendían que continuara esclareciendo incógnitas hasta el infinito. Ya lo decían en uno de sus últimos episodios: "Cada pregunta que hagas, generará otra nueva".

La crème de la crème. Llegamos al momento del top-ten, la lista con los mejores arranques de la tele. Me ha costado mucho elegir entre sólo diez, motivo por el que hice la trampa de poner varias categorías en el post. Podría haber seguido creando más grupos de listas y así prolongar esto hasta el infinito. El problema de estas listas es que para que estén unas hay que quitar otras, así que después de varios dolorosos descartes, esto es lo que finalmente se queda.

10) Los Soprano: El trayecto en coche de Tony Soprano al trabajo mientras se fuma un puro fue una de las señas de identidad de la HBO. Durante el viaje, veíamos desde el vehículo algunos de los escenarios habituales donde transcurren sus tramas, que nos explican las claves de la mafia en la actualidad. Dentro del paisaje de Nueva York estaban las Torres Gemelas, que fueron suprimidas de los títulos de crédito a mitad de la serie por las razones que ya os imagináis.

9) American Horror Story: El culto de Ryan Murphy hacia lo horrible en esta serie queda patente en los títulos de crédito. Un viaje al lado más inquietante de la vida, donde los monstruos luego resultan no ser tan feos una vez que los ves de cerca. La serie de Murphy es impecable en ambientación, pero tiene el problema en que en un momento dado de cada temporada, a los guionistas se les va la pinza y la historia de deshincha. Y lo que es peor, que cada vez se les va la pinza más pronto y muchos no olvidamos a Jessica Lange.

8)The Walking Dead: Nos sumergimos en el apocalipsis. Los títulos de crédito transcurren sobre las ruinas de lo que antaño fue nuestra civilización. Todo está decrépito y polvoriento mientras es pasto de los insectos. Basta oir la música para que nos suba la adrenalina y sumergirnos en un mundo donde el hombre es un lobo para el hombre e impera la ley del más fuerte. Llegará un momento en que sus personajes estén tan ensimismados en matarse entre ellos que no se darán cuenta de que ya no hay zombies.

7) Fringe: La serie de las realidades alternativas. Empezó pareciendo una copia adaptada a nuestros días de Expediente X, pero luego fue más allá y empezó a presentarnos mundos donde las cosas ocurrieron de otra manera. El color usado en la secuencia de los títulos de crédito nos avanzaba en qué universo iba a ocurrir la trama. Teníamos la realidad donde empieza la serie, el mundo de Walternativo, la fusión de ambos, ese viaje a los años 80 que dio origen a la guerra entre realidades y finalmente la dictadura de los vigilantes.

6) The Leftovers: Si desaparece el 2% de la población mundial sin explicación alguna, es posible que muchos intenten buscar las respuestas a sus preguntas sin respuestas en la religión. De esta manera, la primera temporada de Leftovers mostraba en sus títulos de crédito que bien podrían ser una obra de Miguel Ángel para la Capilla Sixtina, pero con personajes y situaciones de hoy en día. Una intro que nos ayuda a meternos en las cuestiones teológicas y metafísicas que plantea la serie. Los créditos cambiaron en la segunda temporada, algo que para mí se carga parte del tono amargo que planteaban los primeros episodios, aunque la serie ha mantenido su esencia. Veremos qué prepara la HBO para la tercera y última temporada.

5) Expediente X: Un clásico de la televisión de los 90 que ha vuelto este año y que promete contar con nuevas temporadas. Para su regreso, Expediente X ha elegido la misma cabecera que tuvo en su día (que sólo fue modificada el año de su cancelación). Un clásico al que naturalmente contribuye la banda sonora compuesta por Mark Snow, que llegó a tener su propìa versión para bailarla en discos bakalas durante aquella década. Algunos preferían que se hubiera hecho una puesta al día para los nuevos créditos. pero los productores han apostado por el factor nostalgia.

4) Los Simpsons: Todo un icono de la televisión contemporánea que lleva la friolera de 27 años en antena. La cabecera ha sido vilmente masacrada diariamente por Antena 3 en sus constantes reposiciones de la serie. Recientemente la Fox le hizo un lavado de cara para adaptarla a las emisiones en alta definición, pero viene a tener toda su esencia. Uno de los momentos más esperados de cada episodio es cuál será el gag del sofá o qué frase ha sido obligado Bart a copiar en la pizarra como castigo por su última travesura.

3) Dexter: Vemos la rutina de un asesino en serie por las mañanas. El momento de afeitarse, de prepararse el desayuno está contado como si presenciáramos algún macabro crimen. La escena muestra un poco del humor negro que siempre ha caracterizado a la serie, que no tuvo el final que muchos esperaban por el miedo de los productores a cerrarse la puerta a la posibilidad de que pudiera volver algún día.

2) True Detective: Imágenes y música nos trasladan al universo existencialista que tiene este drama policiaco. Personajes atormentados, fanáticos religiosos y un mundo de vicio. Rusty Cole ya no espera nada de la vida y aún así sigue adelante, con un compañero en la policía un tanto gañán que no le entiende. Tras años de no aguantarse mientras se ven arrastrados en la investigación de un caso, no sólo descubrirán al asesino, sino también la amistad. Tras el pinchazo de la segunda temporada, aun puede haber una tercera.

1) Juego de Tronos: La banda sonora de la adaptación de la saga literaria de George R. Martin ha pasado ya a ser otro de los clásicos imprescindibles de la música de la historia de televisión. La música de Ramin Djawadi va acompañado con imágenes que recrean los reinos que aparecen en la serie y vemos un mapa que nos permite dónde está cada personaje en el tablero de la carrera por conseguir el trono de hierro. Durante las últimas temporadas hemos podido habíamos podido ver a Invernalia en llamas, pero este año el fuego parece haberse apagado tras los sucesos narrados en la épica sexta temporada.