Si algo ha demostrado la quinta temporada de Juego de Tronos es que el cuarto libro es, sin lugar a dudas, el peor de toda la saga literaria. Por eso, los guionistas de la serie, D. B. Weiss y David Benioff, han optado por prescindir por las buenas de gran parte de su contenido o aparcar algunas cosas de momento. Sólo han respetado las tramas que les interesaban para su historia y han aplicado sin ningún tipo de miramiento la tijera. Un hecho que ha provocado las encendidas críticas de cierto sector del público, a quienes en las redes se ha bautizado con el cariñoso nombre de “talifanes”. Y es que su obsesión por vigilar que todo lo que se ha contado en las novelas sea plasmado igual en la adaptación para la pequeña pantalla ha empezado a adquirir rasgos patológicos y el mismísimo George R. Martin, autor de la saga literaria, les ha tenido que hacer una peineta y decir que le dejen en paz. Son precisamente estos cambios lo que da personalidad a las adaptaciones y sería muy aburrido que no hubiera margen para la sorpresa. Es innegable que en la televisión hay escenas que han sabido mejorar mucho lo que ocurría en el papel.

La quinta temporada de Juego de Tronos termina esta semana en España por todo lo alto con la emisión del último episodio, aunque éste está disponible ya en versión original. Y después ya no hay más. Hemos alcanzado el quinto libro publicado, salvo alguna subtrama que aún no ha terminado de contarse. Los dos volúmenes que faltan para terminar de narrar las luchas de poder en los Siete Reinos no han salido aparecido todavía y siguen escribiéndose. Por ese motivo, hace unas semanas ya recordábamos que los productores habían decidido soltar lastre e independizarse de la obra literaria. Hay seguidores de los libros que están dispuestos a dejar de seguir la serie por temor a que lo que se vea en la pantalla sea lo que efectivamente ocurra también en el papel y se les chafen las sorpresas. ¿Novelas y televisión seguirán caminos distintos o las dos llegarán al mismo sitio? Para los talifanes la mayor tragedia es que perderán el referente literario y, al no poder comparar, su único propósito a partir de ahora será que en las novelas se cuente exactamente lo mismo que ya vimos en la televisión. En las siguientes líneas vamos hacer un pequeño repaso de lo que han sido algunas de las diferencias entre la serie y los libros en esta temporada que ahora acaba, con lo que el lector avisamos que se va a poder encontrar con algún que otro spoiler. La recopilación no se hace a modo de crítica. Es diferente y punto.

Como hemos dicho, prácticamente casi todas las tramas del cuarto libro se han suprimido. Si hay algo en lo que muchos coinciden es que el principio de esta última temporada ha sido más bien lentito. Todas las piezas se han ido colocando poco a poco en el tablero, para ir cogiendo velocidad hasta alcanzar un ritmo frenético en los tres últimos episodios. Así que no me quiero ni imaginar el resultado si se hubieran incluido todas las luchas de poder entre los herederos de la casa Greyjoy que ocupan buena parte de las páginas de Festín de Cuervos. También se reduce a la mínima expresión las conspiraciones en Dorne entre los partidarios de la paz y los que quieren vengar la muerte de la Víbora Roja, aunque nos hubiera dado ocasión de disfrutar de más escenas rodadas en España. Para complicar más la cosa, tenemos a Jaime Lannister en Dorne, país que nunca visita en los libros. El matarreyes se distancia de su amda hermana y pasa la cuarta novela ayudando a los Frey en un asedio.

Siguiendo con estas diferencias, Samwell Tarly es enviado en la novela por Jon Nieve a Antigua con Eli y el maestro Aemon, con el objetivo de alejar al retoño de Mance Rayder de las garras de Melisandre. Esta historia parece que se la van a reservar para la sexta temporada a juzgar por lo visto en el episodio final, aunque ya hemos asistido a la muerte del maestro Aemon, hecho que en las novelas sucedía en plena travesía y en la tele ha ocurrido sin que ni siquiera el viaje comenzara.

Brienne de Tarth se pasaba todo el libro buscando a Arya y a Samsa Stark para acabar en las manos de Lady Corazón de Piedra, un personaje que no hemos visto aún y que no sabemos si acabará apareciendo. En la serie, Brienne ya encontró a Arya al final de la temporada cuarta, así que su historia se quedó un poco vacía de contenido en estos nuevos episodios. Yo aposté porque ella sería una de las bajas de este año, pero parece que los guionistas tienen otros planes para su personaje.

La historia de Sansa Stark es otra de las sufren un cambio radical. En el libro, estaba escondida en Nido de Águilas preparándose para volver a salir a la luz y reclamar sus derechos sobre Invernalia. Sin embargo, en la serie prescinden de toda esta historia y la hija de Ned Stark ocupa el papel que el escrtiro George R. Martin le reservó a Jeyne Poole, la prometida del sádico Ramsay Bolton. Poole era la hija del mayordomo de la corte de Invernalia a la que Meñique hace pasar por Arya Stark para casarla. Creo que es una mejora que se haya cambiado a un personaje secundario por otro de los principales para esta trama porque se gana en intensidad emocional. Y la pobre Sansa parece que va de mal en peor con todos los matrimonios que le amañan.

En cuanto a Tyrion, en los libros jamás vemos el glorioso encuentro entre el enano y Daenerys y su historia después del asesinato de su padre no se retomó hasta el quinto volumen de la saga. El renegado de los Lannister hacía su viaje acompañado de una delegación secreta de la corte de Dorne que iba a ponerse a las órdenes de la Madre de Dragones. El encuentro con la Kaahlesi era un momento que muchos fans esperaban y que no llegaron a disfrutar porque la primera vez que coinciden cara a cara en la novela es en la arena del circo. Y tanto el que haya visto la serie como leído los libros ya sabe lo que ocurre en ese torneo de gladiadores. La historia del asedio de Meereen es otra de las subtramas que se ha quedado en el cajón y quién sabe si no será Tyrion el encargado de hacerse cargo de este problema. Cuando llegue.

Parece que los guionistas también han dejado de lado la trama de Bran Stark, pese a que es uno de esos argumentos que podría ir alargándose como un chicle ya que el joven inválido que lo desencadenó todo por sus indiscretas escaladas se limita a ir entrenándose y perfeccionando sus poderes. Incluso es espectador de algunas de las cosas que les ocurren a otros miembros de su familia.

Las tres subtramas más fieles con el contenido de las novelas son las de Jon Nieve, Cersei Lannister y Arya Stark. Con alguna pequeña alteración, la serie de televisión nos ha contado sus historias. En el caso de los dos primeros, son los platos fuertes con los que acaba la temporada. Parece que los ejecutivos de la HBO se gastaron una millonada para pagar acuerdos de confidencialidad de la polémica escena del paseo de Cersei. Supongo que se trataría de evitar fotos con móviles o algo así, ya que muchos tenían claro que ese momento iba a llegar esta temporada cuando la Iglesia se negó a que se rodara en la catedral de Dubrovnick. En cuanto a Jon Nieve, la espectacular batalla con los caminantes blancos del octavo episodio no aparece en las novelas y es toda una mejora, ya que después de haber insistido tanto en esta amenaza en el argumento, no parecía muy lógico que se hubieran olvidado de ella durante tanto tiempo. Había que recordar al espectador quién es el verdadero enemigo. Y así, después de ponernos los dientes largos con esa trepidante escena de acción, nos hemos quedado con el corazón en un puño a tenor de lo que ha ocurrido después. Da igual que no hayan sicarios enviados por Cersei. La fechoría ha ocurrido de todos modos y todos los fans cruzan los dedos para que de alguna manera no sea algo definitvo. En cuanto a la historia de Arya, siguió avanzando un poco más en el quinto libro. Los lectores Festín de Cuervos ya sabemos que probablemente vaya a tener visita del Muro el año que viene y que en el quinto libro se resolvía la situación en la que ha quedado en el último episodio.

¿El descarte de estas tramas es algo definitivo o serán recuperables el año próximo? Por primera vez los lectores ya no saben qué conejo se han guardado en la chistera para el año que viene y confían en que tanto el sexto libro como la sexta temporada lleguen de manera simultánea. Y para todos los talifanes, mi consejo es que los cambios no tienen por qué ser ni mejores ni peores, aunque en el caso de esta serie sí han mejorado bastante la obra literaria.