Ver en la pantalla a un señor picando carne para hacer salchichas o cortando otra pieza para preparar filetes puede parecer una imagen inofensiva. Pero cuando el cocinero que lo elabora es Hannibal Lecter, es inevitable sentir cierta sensación de mal rollito. Y todo a pesar del cuidado que éste pone en preparar sus platos, que le hacen merecedor de ser uno de los favoritos en la próxima edición de Master Chef. Sin embargo, lo peor de todo es verle sirviendo después esos tesoros gastronómicos a sus invitados. Mientras ellos disfrutan de esos platos de gourmet, el espectador tiene la angustiosa duda de qué es lo que verdaderamente se estarán comiendo los comensales, totalmente ignorantes de los peculiares gustos de su anfitrión. Y es que, por si alguno vive en la Luna y todavía no lo ha pillado, el reputado psiquiatra Hannibal Lecter es en realidad un caníbal que disfruta comiendo seres humanos. La contraprogramación perfecta ante los programas que presentan a candidatos por convertirse en el chef de moda. Ser cantante ya no es lo que está de moda, sino ser cocinero. El problema es que las recetas de Hannibal, pese a su refinamiento, no son aptas para todos los gustos.

Anthony Hopkins dejó en los 90 el listón muy alto para poder encarnar al antropófago más famoso en la historia del cine. Sin embargo, ha encontrado a un digno sucesor de la mano de Mads Mikkelsen, el actor que lo interpreta en la serie de televisión que emite en Estados Unidos la NBC y en España AXN. Durante estas dos primeras temporadas, la serie se ha basado en los personajes que aparecen en «El dragón rojo», la novela de Thomas Harris que presentó al personaje en sociedad. Tras una segunda temporada de infarto y un final abierto a que pueda pasar cualquier cosa, los productores de la serie han anunciado que la tercera temporada tomará hechos que aparecen en otros dos libros del personaje: «Hannibal» y «El origen del mal». Aunque los guionistas de la serie dicen que ya tienen ideas para siete temporadas, sostienen que no tendrán ningún reparo en contar la historia de «El silencio de los corderos» llegado el momento. Aquellos que ya han visto las películas, pueden identificar en la serie a varios de los personajes que pululan por el universo cinematográfico de Hannibal Lecter, sin que por el momento echemos de menos a Clarice Sterling, la agente del FBI que interpretaba Jodie Foster en la película. Después de lo visto, ha quedado claro que los guionistas tienen sus propias ideas y no tienen ninguna necesidad de verse encorsetados por lo que se contaba en los libros.

Hasta ahora, en la serie hemos visto los tiempos en los que Hannibal Lecter era un conocido psiquiatra que colabora con el FBI en la elaboración de perfiles para atrapar a psicópatas asesinos. Porque Lecter no es el único homicida que aparece en la trama. A menudo se nos presentan otros individuos aún más detestables que él y que parecen empeñados en convertir cada asesinato en una obra de arte. La situación de privilegio que tiene Lecter en esas investigaciones convierte a esos asesinos en firmes candidatos para convertirse en el plato principal de su último guiso a las finas hierbas regados con un buen vino de Oporto. Aparentemente, Hannibal es un colaborador clave de los agentes. Pero, como los guionistas, el caníbal cuenta con su propia hoja de ruta y sus planes propios. En estos últimos episodios ha estado disfrutando de jugar al gato y al ratón con sus compañeros de pesquisas que ya empiezan a sospechar de él. A veces parece estar del lado de la ley, aunque a medida que avanza la trama se comprueba que las cosas no son siempre lo que parecen y que el buen doctor sabe perfectamente hacia dónde se dirige. Los retorcidos planes del doctor Lecter son aún más sofisticados que las comidas que elabora. Los títulos de cada episodio son el nombre de un plato, que semana a semana van configurando un menú que posiblemente no sea apto para todos los paladares. En la primera temporada, la gastronomía francesa se llevaba los honores en los títulos de los capítulos (Apéritif, Amuse-bouche, Potage, Oeuf, Coquilles...), mientras que en la segunda, la cosa se ha decantado por referencias a la comida oriental (Kaiseki, Sakizuki, Hassun...). Pocos meses nos faltan para conocer los sorprendentes platos de Hannibal para la tercera temporada.