The Walking Dead ha comenzado el segundo tramo de su octava temporada matando a uno de sus personajes principales. El trágico desenlace ya quedó avanzado en el último episodio emitido antes del parón navideño. Un mordisco de un muerto viviente en el abdomen que dejaba pocas esperanzas para una curación milagrosa de su víctima. Como siempre ocurre, cuando empiezas a darte cuenta de lo que te gusta un personaje…¡PLOF! El dramático giro no sólo desató la ira de los fans, sino hasta de algunos de los actores del reparto de la serie que salieron criticándola abiertamente. Una reacción similar a la que el año pasado tuvimos cuando llegó Negan con su bate de béisbol y reventó la cabeza de otro de nuestros personajes favoritos. Bueno hubo otro, pero tampoco nos gustaba tanto. La salvaje ejecución cometida por Negan (Harry Dean Morgan) estaba sobre el guión y los lectores de los cómics ya sabían lo que ocurriría en cuanto éste apareció blandiendo a Lucille. La de esta última temporada no se la esperaba nadie. No desvelaré la identidad de la nueva baja, pero sí diré que éste no sólo sigue vivo en las viñetas del cómic escrito por Robert Kirkman en el que se basa la serie, sino que también es clave en el desarrollo del enfrentamiento contra los próximos enemigos de Rick Grimes (Andrew Lincoln) y su panda. En teoría, los nuevos malos son los susurradores.

En los dos últimos años, la serie de los muertos vivientes ha experimentado una preocupante caída de espectadores. Muchos han empezado a vaticinar su final, pero también es cierto que lo llevan haciendo desde que empezó. Como en Juego de Tronos, cualquier personaje puede morir. Pero mientras que en la serie de fantasía épica de HBO las dosis de personajes principales muertos se ha frenado en las últimas temporadas, en la de los muertos vivientes la escabechina no ha parado. Al inicio de cada temporada la pregunta es ¿quién morirá esta vez? La continua desaparición de personajes y su sustitución por otros (de los que muchas veces hemos olvidado de quiénes son y cuándo se incorporaron al reparto) ha provocado cierto desapego en el espectador. Como si con tanta muerte, le hubieran sacado a patadas de la trama. Para intentar corregir la pérdida de audiencia, los productores han tomado la decisión de poner la serie el año que viene en manos de un nuevo showrunner, Angela Kang. Ésta sustituye a la persona a la que los aficionados han señalado como el causante de todos los males que sufre ahora The Walking Dead, Scott Gimple. Con este último relevo, las cosas se quedan en casa, ya que Angela Kang es una de las guionistas de la serie desde la segunda temporada. Los relevos creativos no han sido extraños para la ficción televisiva que popularizó a los zombies. Si ha habido algo que la ha caracterizado desde sus inicios han sido los continuos movimientos de sus responsables. Nadie se acuerda ya de que cuando comenzó The Walking Dead se anunciaba como una serie de Frank Darabont, director de cine que alcanzó la fama con algunas de sus adaptaciones de novelas de Stephen King como Cadena perpetua, La milla verde o La Niebla. En la planificación de la segunda temporada, Darabont se marchó con un portazo y desde entonces no ha parado el baile.

Por si una muerte no hubiera sido suficiente, todo apunta a que podríamos tener más bajas esta misma temporada. A la actriz Lauren Cohan, que interpreta a Maggie, se le acaba el contrato este año y ésta había puesto como condición más dinero. Algunos hablan de que exigía cobrar lo mismo que sus compañeros masculinos de reparto, aunque sus agentes han negado este extremo y sólo hablan de que eran reclamaciones económicas con las que no ha habido acuerdo con la cadena. La intérprete ya tiene sobre la mesa ofertas para protagonizar otras series y hoy por hoy su continuidad en The Walking Dead está en el aire. Por otro lado, la salida de Morgan (Lennie James) es un hecho anunciado, ya que se incorporará al reparto de Fear the Walking Dead para la cuarta temporada, que se estrena esta primavera. Habrá que ver cómo resuelven en la trama las ausencias de ambos y si éstas se materializan del peor de los modos posibles. Maggie también tiene un papel destacado en las viñetas en la saga de los susurradores, Morgan no, porque su personaje ya no está en los cómics.

En este noveno capítulo emitido esta semana, hemos comprendido qué es lo que significaban esas imágenes del inicio de la temporada en las que veíamos a un Rick Grimes anciano que gozaba de una vida feliz con su familia en una mansión sureña y lejos del horror del apocalipsis zombie. Parece que la última muerte vista en la serie tendrá consecuencias decisivas en el final de la guerra contra Negan. Estas oníricas imágenes son el último sueño del personaje moribundo y tras su desaparición otros toman su relevo en esa utopía onírica. Aún en estos momentos tan difíciles, el herido mantiene la esperanza y vislumbra la posibilidad de vivir en un mundo mejor, sin más muertes en vano. Un lugar donde Negan sea el simpático vecino al que saludas cada mañana desde la finca de enfrente mientras recoges el correo. El trauma psicológico amenaza con estar presente toda la temporada, aunque no tengo muy claro si para bien o para mal. El difunto personaje ha tenido tiempo de escribir cartas de despedida para cada uno de sus seres más queridos mientras esperaba la muerte y veremos las reacciones de éstos en próximos episodios cuando las reciban. ¿Tendremos una especie de Por trece razones Por trece razonesa lo zombie? ¿Nacerá un nuevo mundo con espíritu de reconciliación y de no violencia que acercará a Rick y a Negan?

Los momentos más íntimos por la desaparición de ese personaje en cuestión se alternaban con otras escenas de un Morgan desatado que iba acabando con los miembros de la banda de Negan que se cruzaban en su camino. En su forma de moverse, hay un homenaje al personaje de Michael Myers, el sádico asesino en serie de la saga Halloween. Morgan, que siempre se había postulado como el gran pacifista y se había alejado de la violencia, se deja llevar por la ira y convierte una misión de rescate en una verdadera carnicería. Todo un contraste el de las secuencias gore con las otras de gran intensidad emocional ante el trágico desenlace de quien no diremos. Entre tanta hemoglobina, poco a poco se va abriendo paso el mensaje de que otra sociedad es posible. Aunque la historia de Morgan no deja mucho espacio para la esperanza, en ella sí cala el mensaje de que la violencia sólo engendra violencia. Y de esta manera The Walking Dead vuelve a reivindicarse como una serie que nos habla de qué es la humanidad en un mundo totalmente deshumanizado.

Y ahora llega el momento de los spoilers. Aunque la serie ha ido un poco por libre respecto a lo que se cuenta en el cómic, sí que ha mantenido una hoja de ruta en cuanto a las sagas que nos cuenta. Y la saga que viene a continuación de Negan es la de los susurradores. Un grupo de personas que ha conseguido sobrevivir en el exterior camuflándose entre los zombies simulando ser muertos vivientes (los seguidores de la serie ya saben cómo se consigue eso, ¿no?). La saga arranca cuando Carl Grimes decide independizarse y se marcha a la vecina localidad de Hilltop, que gobierna Maggie. Tras un enfrentamiento de las gentes de Hilltop con los susurradores, Carl entabla amistad con la hija de la líder de este extramo grupo, relación que desembocará en el enfrentamiento entre ambos pueblos. Con las pistas que se han dado en el artículo, parece que hay unas cuantas cosas que van a tener que ocurrir de otra manera, ¿no?