La capital del Principado de Asturias tiene repartidas por sus calles más de cien esculturas. Algunas evocan la historia de la ciudad, como la de La Lechera, otras el arte moderno, como la de los escultores Úrculo y Botero.
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En la plaza del Fontán encontramos la escultura La Bella Lola, una mujer sentada en un banco, que aunque no está al lado del mar, igualmente está esperando el regreso de los marineros. Fue donada por el Ayuntamiento de Torrevieja con motivo de su hermanamiento con la ciudad ovetense. Saliendo de la porticada plaza está el mercado de abastos y adosado a éste, la Iglesia de San Isidro. Ésta tiene su entrada principal en la plaza de la Constitución, donde está el Ayuntamiento, construido sobre la antigua puerta sur de entrada a la ciudad, conocida como Cimadevilla.
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En recuerdo a Vetusta, en la plaza de la Catedral nos espera la escultura de La Regenta y el templo dedicado a San Salvador, con sus dos torres, una gótica muy visible, con una bonita perspectiva desde la calle Mon y otra torre románica, más pequeña, llamada Torre Vieja.
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El Regreso de William B. Arrensberg, más conocida como El Viajero, es una escultura de Eduardo Úrculo que está en la plaza Porlier y nos indica el paso hacia la plaza de la Escandalera, centro neurálgico de Oviedo. En esta plaza Fernando Botero tiene una de las dos esculturas existentes de La Maternidad, separada por la calle Uría del Campo de San Francisco, el gran parque urbano ovetense.
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La Maternidad también está presente en la entrega de los premios Princesa de Asturias. El cercano Teatro Campoamor es el lugar donde se entregan y cuando los premiados entran por su puerta principal son observados por un Culis Monumentalibus, escultura de Úrculo, ubicada en la calle Pelayo.
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El premiado con el Príncipe de Asturias de las Artes en el año 2002, tiene una escultura ubicada en la calle Milicias Nacionales, con diez centímetros más de altura que el propio Woody Allen. La estatua del director norteamericano se ha convertido en una de las más buscadas de la ciudad.
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Dejando atrás las esculturas ovetenses, si no hemos repuesto fuerzas en la calle Gascona, más conocida como el Bulevar de la Sidra, podremos comprar en alguna panadería un bollu preñau, un bollo de pan con sorpresa. Nos lo podremos comer en el cercano monte Naranco, donde tendremos una bonita vista de Oviedo y conoceremos el prerrománico, en las iglesias de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.
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Cómo llegar: el Aeropuerto de Asturias (pulsa aquí), situado a cincuenta kilómetros de Oviedo, recibe vuelos de Alicante, Barcelona, Lanzarote, Madrid, Palma de Mallorca, Sevilla, Tenerife Norte y Valencia.
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Fotografías de J. Cintas:
1. Oviedo desde el monte Naranco.
2. La Bella Lola/Iglesia de San Isidro/Ayuntamiento/Plaza Fontán.
3. Catedral.
4. El Viajero/La Maternidad.
5. Teatro Campoamor.
6. Escultura de Woody Allen.
7. Santa María del Naranco.
8. Iglesia de San Miguel Lillo.
9. Bollo preñao.
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