Película de 2017, basada en la novela “Luminita, mon amour” de Cezar –Paul Badescu, dirigida por Calin Peter Netzer y protagonizada por Mircea Postelnicu, Diana Cavallioti, Carment Tanase, Vasile Muraru y Adrian Titieni entre otros actores.

La película trata de la relación amorosa, disfuncional y tóxica, entre Ana y Toma. Durante una sesión de psicoanálisis de Toma , éste explica la naturaleza del vínculo que le une con su mujer, Ana, relatando al terapeuta, con alteraciones del orden cronológico, distintos episodios de la vida en común del matrimonio(enamoramiento en una fiesta universitaria, enlace en contra de la oposición familiar, maternidad..)

La película se centra en 2 personajes: Ana, aparentemente la parte frágil de la pareja, acechada por un pasado problemático, inadaptada, de mente inestable, nerviosa y muy dependiente, evoluciona, ayudada por el psicoanálisis, a pesar del control de su marido-cuidador, Toma, hasta retomar las riendas de su existencia. Toma, esposo de Ana, inicialmente psicológicamente más fuerte que su mujer , protector, sereno y miembro presuntamente “adaptado” de la sociedad, pretende mantener a Ana en un estadio de perpetua dependencia , bajo su “supervisión y cuidado”, y no acepta ni el proceso de emancipación experimentado por esta ni los logros profesionales de su esposa.

Calin Peter Netzer arroja vitriolo sobre el amor, revelando una mirada entre cáustica, pesimista y misantrópica, que concibe la relación amorosa como un juego de interdependencias y de lucha por el poder . Pese a que el director asegure que , en esta película, plasma una visión psicológica y no social ni política, se percibe una crítica ,soterrada y larvada, hacia un estado, el comunista, asistencial y solidario, pero insensible a las demandas de libertad individual.

El director rumano ,homenajeando “Secretos de un matrimonio” de Bergman, se adentra en las interioridades de un matrimonio, diseccionando los entresijos de una pareja, pero sin alcanzar la compleja interpretación del maestro sueco. Sin embargo, las escenas de sexo, muy explícitas, en “Ana, mon amour”, al desafiar los límites entre el porno y el cine de arte y ensayo, contribuyen a trazar el perfil psicológico de los protagonistas.

Beatriz Recio Inés