o podía ser de otro modo. Uno de los pocos municipio cuyo nombre va ligado a los árboles, al pino, dejara en el olvido el importante legado botánico que ha llegado a nuestros días. Alfaz del Pi acaba de editar un catálogo en el que se incluyen las fichas de 20 de los árboles más singulares que existen en el municipio, elaborado a raiz del trabajo desarrollado por el biólogo municipal, José Manuel Pérez González, en el que se incluyen las características de cada uno de los ejemplares, incluidas medidas, estado de conservación y ubicación del mismo. Anoche se presentó al publico esta obra y se anunció, a raiz de la publicación, la creación de una ruta cultura para visitar todos estos ejemplares diseminados a lo largo y ancho de su término municipal.

Algarrobos y olivos son los ejemplares más numerosos que se incluyen en esta publicación, y que además están catalogados en la relación de árboles protegidos a nivel municipal y comunitario. Entre ellos destaca el que se considera el algarrobo más grande de España, bautizado ya como el "Garrofer de la Foia Brell". Un ejemplar al que se le estiman ocho siglos de vida con un calibre en el tronco de 10,10 metros, medidos tal y como se homologan este tipo de parámetros, a 1,30 del suelo.

El biólogo municipal, José Manuel Pérez, señala que en los catálogos oficiales que se manejan se incluyen 24 ejemplares de algarrobo, y el de mayor porte se sitúa en Valencia con un tronco de 8,50, y que la relación que editó la Diputación Provincial estima como los ejemplares de esta especie de mayor porte el algarrobo de Jalón, con 6,30 metros de calibre y otro ubicado en La Vall de Gallinera, de ocho metros. "El de Alfaz tiene 10,10 metros, lo que le situaría en el algarrobo más grande de España y octavo ejemplar de mayor porte del país", señala.

El objetivo del catálogo es dar a conocer al público la existencia de este patrimonio botánico para que se pueda preservar como legado a las generaciones futuras. De hecho, los técnicos municipales ya han llevado a cabo labores de limpieza y poda de estos árboles singulares para mejorar sus condiciones y resguardarlos de posibles incendios forestales.

En el catálogo de incluyen 20 ejemplares singulares, entre los que figuran, además de olivos y algarrobos, almendros, cipreses, y como no, pinos. El actual pino que da nombre al pueblo data de 1932, y recuerda la reivindicación de separación de la Baronía de Polop, desde 1784 que se plantó el primer ejemplar.