El Ayuntamiento de La Vila ha instado a la compañía eléctrica Iberdrola a que decida ya la ubicación de la nueva subestación eléctrica que el municipio va a albergar. El equipo de Gobierno municipal ha acordado que, para solucionar la saturación de la red y evitar deficiencias en el suministro eléctrico, La Vila debe albergar una nueva subestación, de ahí que aprobara en el último Pleno el inicio de las gestiones previas.

Iberdrola no se pronunció ayer sobre la construcción e instalación de una subestación transformadora eléctrica en la localidad vilera, ni tampoco ha comunicado todavía su decisión a la Concejalía de Urbanismo.

El Ayuntamiento propuso a la compañía tres posibles zonas de ubicación de la infraestructura, caso de La Ermita, La Torreta y al margen del río Amadorio junto al plan parcial 4, "y no La Foradà" como destacaron fuentes municipales.

En estos tres casos, la subestación se emplazaría en suelo no urbanizable y lejos de cualquier núcleo de viviendas consolidadas. Sin embargo, estas opciones de ubicación no son definitivas y el emplazamiento podría también encontrarse lo más cerca posible de los centros de carga eléctrica y en una zona libre de viviendas junto a la futura Vía Parque, a lo largo de la cual puedan discurrir las líneas eléctricas de distribución. De ahí la premura del Ayuntamiento para que Iberdrola "deshoje la margarita" de los terrenos y se decante por alguno de ellos.

La Red Eléctrica de España va a ejecutar una instalación eléctrica de transporte de 220 KV de La Nucía a Xixona y, por parte de Iberdrola, se va a ejecutar un ramal desde esta línea hasta una futura subestación eléctrica, que el Ayuntamiento pretende que sea la de La Vila Joiosa. Desde el Consistorio se ha insistido en que no se construirá la subestación sin que antes cuente con todos los informes técnicos, permisos administrativos, ambientales y de seguridad que le sean propios, además del preceptivo estudio de impacto ambiental.

Sectores de planeamiento como el Charco y la urbanización Charco, el Montíboli, la zona industrial y el futuro plan especial de la Ermita podrían verse afectados si no disponen de la suficiente energía eléctrica, la que proporcionará la nueva subestación eléctrica.