Benidorm rendía homenaje, en la mañana de ayer, al patrón de los agricultores con la romería de San Isidro, una tradición que data de hace más de 50 años.

Un año más, la figura del patrón fue portada sobre una carreta a la que acompañaron cientos de personas ataviadas con sombreros de paja, los ritmos de la Colla de Xirimiters y diferentes carros y tractores con útiles de labranza.

El colorido acto, organizado por la Comisión de San Isidro presidida por Teresa Climent, recorrió lugares como el paseo marítimo de la playa de Levante o las Avenidas Severo Ochoa y de l'Albir, hasta finalizar en la Ermita de Sanz, bajo la atenta mirada de vecinos y turistas. Los festeros, antes de llegar a su destino acompañados de la música, repusieron fuerzas con un copioso almuerzo a base de productos típicos, organizado a la altura del Benidorm Palace.

Después, la fiesta continuó en una ermita engalanada para la ocasión. Allí, se celebraron las tradicionales subastas de botijos, la rifa de un bonito burro blanco que hizo las delicias de los más pequeños y se preparó una gran paella para todos los presentes.

No faltaron a estas fiestas de San Isidro Labrador las diferentes entidades y representantes del colectivo festero de Benidorm. Entre ellos, las reinas de las Fiestas Mayores Patronales, Fátima Carrobles y Anna Calbo, con sus cortes de honor, el presidente de la Comisión, Francisco Marín y el presidente de la Asociación de Peñas, Dani Luque. También, gran parte de la corporación municipal, encabezada por el alcalde y el edil de Fiestas, formó parte de una jornada que recordó las raíces del municipio y honró al patrón de los labradores y campesinos. Se trata de una de las tradiciones más esperadas, cada año, especialmente por los vecinos de «L'Horta».