El príncipe Enrique de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle han contraído matrimonio en la ciudad de Windsor, entre grandes fastos y multitudes. Finalmente, el príncipe Carlos de Gales fue el encargado de acompañar a su nuera al altar a causa de la ausencia de su padre. Todo el Reino Unido ha vivido con expectación una ceremonia que también fue seguida por la colonia británica de Benidorm, reunida sobre todo en torno a los pubs de la Calle Gerona.

Desde primera hora de la mañana, numeroso público llenó las terrazas de los pubs, algunos incluso disfrazados, para mostrar su apoyo a Enrique y Meghan. Los bares de la zona, equipados con pantallas gigantes que emitieron la boda en directo, han sido decorados para la ocasión con banderas y otros elementos en honor a la realeza británica. Británicos de todas las regiones disfrutaron con música y cerveza de un día muy especial, en el que, pese a estar lejos de su patria, mostraron su apoyo a la realeza con todo tipo de objetos como chapas o pegatinas conmemorativas.