Doce del mediodía. Un hombre mayor sufre un desvanecimiento en mitad de la calle Alameda del Alcalde Pedro Zaragoza, en pleno centro de Benidorm. La presencia de un vehículo parado en una esquina de la misma y la acumulación de mobiliario urbano de todo tipo a lo largo de la vía, impide a una ambulancia acceder hasta donde se encuentra el paciente. A los sanitarios no les queda otra que subir al afectado en una camilla y recorrer con él a cuestas prácticamente toda la calle hasta poderlo subir al vehículo para atenderlo. La escena, que acaba sin mayores consecuencias, ha obligado no obstante al Ayuntamiento de Benidorm a tomar cartas en el asunto.
Las concejalías de Comercio y de Escena Urbana han intensificado las inspecciones en esta céntrica calle y en otras vías peatonales de la ciudad para poner coto al abuso en los veladores. Sobre todo, a raíz del incidente mencionado anteriormente y que, según explicó la edil de Comercio, Ana Pellicer, ha sido el desencadenante para hacer los controles más exhaustivos que nunca. El objetivo: ordenar la ocupación del espacio público de cara al inminente inicio de la temporada alta -cuando se detectan más incumplimientos- y evitar nuevos problemas a la hora de acceder a ciertas calles.
Dos inspectores de este departamento recorrieron ayer las distintas cafeterías ubicadas en la calle Alameda para comprobar que el número de mesas y sillas colocadas se corresponde con las que tienen autorizadas y, también, si su disposición es o no la correcta. Al cierre de esta información, al ronda todavía no había finalizado, por lo que no habían trascendido aún datos sobre el número de incumplimientos detectados en esta primera visita.
Además de la realizada ayer en la Alameda, el Consistorio también ha girado en los últimos días inspecciones a otros puntos de la ciudad con mayor número de mesas y sillas en la vía pública, como la calle Santo Domingo y sus adyacentes, tal y como explicó el concejal de Escena Urbana. José Ramón González de Zárate indicó que el objetivo es «llevar un control y pedir que los locales guarden un orden y no saquen más mesas y sillas de las autorizadas», principalmente, por los problemas que ello puede conllevar y las molestias que provocan a los peatones, que en muchos viales se ven obligados a tener que andar sorteando todo tipo de mobiliario, desde los veladores a sombrillas, toldos, estufas o taburetes.
Nueva aplicación de sanciones
Las ordenanzas municipales establecen la posibilidad de interponer sanciones de 1.500 euros a aquellos establecimientos que tengan mesas y sillas en la vía pública y que no hayan solicitado permiso municipal ni las tengan dadas de alta. Es la cuantía máxima de las multas que se rigen por la Ordenanza municipal número 2, que regula el uso de las zonas de uso público. En ella, además, también se recoge como una falta grave la instalación de más mesas y sillas de las permitidas, con multas de 750 euros.
A estas sanciones también se suman las contempladas en la ordenanza fiscal número 20, según la cual las mesas y sillas que no estén autorizadas deberán pagar la tasa prevista según la zona -entre 0.18 y 1.50 euros- por 250 días de aprovechamiento en lugar de los 200 que se cobran con carácter general. Hasta ahora, ésta era la modalidad que empleaba el Ayuntamiento de Benidorm, aunque de unos meses a esta parte, una sentencia judicial obligó a incorporar, además, las sanciones recogidas en la ordenanza número 2, según explicaron desde Comercio.
Las normativas locales también permiten la retirada de veladores a quienes incumplen de manera reincidente, aunque rara vez desde el Ayuntamiento de ha optado por llegar a este extremo.
