La ciudad de Benidorm cuenta, un año más, con sus tres playas (Levante, Poniente y Mal Pas) entre las mejores de España. Los tres lugares, visitados anualmente por miles de turistas de todo el mundo, han sido distinguidos con la bandera azul que otorga, desde 1987, la Fundación Europea de Educación Ambiental. Uno de los atractivos que decanta la balanza de los potenciales visitantes hacia la Costa Blanca es, tal y como reconocen este tipo de distinciones, la calidad de nuestras aguas, pureza que en Benidorm se analiza y garantiza desde 1985 a través del laboratorio municipal. Para que las playas benidormenses sigan entre las mejores de toda España, diversos factores como la limpieza de la arena también deben someterse periódicamente a exhaustivos y rigurosos análisis.
Actualmente, Benidorm cuenta con tres expertos (un administrativo, un técnico en fisicoquímica y un técnico en microbiología) que, semanalmente en verano y de manera quincenal el resto del año, realizan analíticas enfocadas a medir todos estos aspectos, como la temperatura del agua o la contaminación presente en la arena.
Según explica Manolo Martínez, uno de los técnicos del laboratorio municipal, cada semana se ponen, literalmente, las botas para tomar diferentes muestras en el mar y controlar hasta nueve puntos (3 en Poniente y 3 en Levante, además de la zona de Mal Pas y las Calas de Tío Ximo y La Almadrava).
Una vez recogidas, las muestras son llevadas hasta el laboratorio y se realizan distintos estudios. Las conclusiones acerca de la calidad de nuestras aguas arrojan, casi siempre, datos «excelentes». El técnico destaca que Benidorm tiene un microecosistema único, que «rara vez» refleja resultados anómalos. La contaminación, detalla, se da cada muchos años y ante situaciones concretas como vertidos o grandes lluvias.
Entre los parámetros que se vigilan semanalmente en el agua marina, según marca la legislación, están las bacterias E.coli y los enterococos intestinales.
El temido cambio climático
Otro aspecto del que se toman registros desde hace años en el laboratorio benidormense es la temperatura marina, dato que va en aumento cada año por los efectos del cambio climático. Martínez alerta que, al igual que en todo el mundo, estas subidas en los termómetros pueden provocar, a la larga, daños en las algas y otros seres vivos.
En lo que se refiere a la arena, no existe una legislación similar a la que analiza las aguas (los estándares que regulan la pureza en nuestro país vienen determinados por el Real Decreto 1341/2007, de 11 de octubre, sobre la gestión de la calidad de las aguas de baño), pero desde Benidorm también se controla, con precisión, este asunto. De esta manera, periódicamente se toman muestras para analizar componentes que pudieran estar en la arena de las playas, como los coliformes totales o los hongos patógenos. Al igual que sucede con los datos del mar, la microbiología de la arena de nuestras playas aporta conclusiones «excelentes». Desde el laboratorio municipal insisten en destacar «la suerte que tenemos» en Benidorm, al contar con varias playas de una calidad medioambiental «ejemplar».
Análisis de alimentos
Además de velar por la calidad de las playas, estos técnicos analizan semanalmente otros datos vitales para la ciudad, como las aguas de consumo, los alimentos de diferentes comedores escolares, la depuradora municipal, piscinas o los ambientes de los edificios de Benidorm. Este tipo de estudios periódicos permiten controlar y evitar episodios de contaminación o intoxicaciones.
Tal y como indican, desde hace más de 30 años, la calidad de las playas benidormenses se ha mantenido. Unos buenos datos que ahora incluso controlan con nuevas tecnologías, como una boya situada en la playa de Levante, que analiza vía wifi la temperatura de las aguas del mar.
El laboratorio municipal del Ayuntamiento de Benidorm se creó en el año 1985, en la segunda planta del antiguo mercado municipal, trasladándose en 2004 a sus dependencias actuales (en el casco antiguo). En el año 2001 se inscribió en el registro de laboratorios en el ámbito de la salud pública. Años más tarde, en 2008, consiguió la certificación de la ENAC, único organismo de España capaz de acreditar y cuya organización y procedimiento de actuación se ajusta a los criterios y normas establecidas en la Unión Europea. Tras más de tres décadas garantizando aguas limpias y cristalinas, el laboratorio, al igual que las analíticas de Benidorm, sigue en 2018 en plena forma.
