Y pasó lo esperado. Ciudadanos (Cs) dio ayer sus tres votos al gobierno local de PP y CBM para la aprobación del presupuesto de 2018, unas cuentas que salieron adelante finalmente con mayoría absoluta, es decir, 13 apoyos frente a los 10 votos en contra y dos abstenciones de la oposición. Se cumplía así lo anunciado el pasado viernes: que el gobierno local y la formación naranja habían llegado a un acuerdo para aprobar el presupuesto.

La sesión comenzaba a las 10.00 horas y se alargó cerca de seis más. Hubo tiempo para todo; para que la oposición llamara «tripartito presupuestario» a PP, CBM y Cs; pero también para que el gobierno contestara llamando a PSOE, Liberales y Compromís «tripartito antipresupuesto de izquierdas».

Antes de entrar en el debate a fondo de los presupuestos, se presentaron las enmiendas de los diferentes grupos. En total, 60 propuestas llegadas de PSOE, Liberales y Compromís que fueron repartidas a todos los partidos que contaron con un receso de 45 minutos para poder estudiarlas en profundidad.

De todas ellas, sólo prosperaron tres de los socialistas y una de la formación nacionalista, aunque para esta última aún hubo que hacer otro receso para comprobar a fondo si podía votarse en la sesión. El PSOE, con 23 votos a favor, consiguió que se incorporada su propuestas para incrementar en 10.000 euros la partida destinada al servicio de Atención Temprana. Para conceder 40.000 y 10.000 euros respectivamente a la sección femenina del Club Balonmano Benidorm y del Ciudad de Benidorm, los socialistas contaron con el apoyo de Cs y la abstención del gobierno. Compromís-Los Verdes logró incluir en las bases de ejecución del presupuesto un control sobre los contratos menores para los que habrá que pedir tres presupuestos a la hora de contratar los que van de 3.000 a 15.000 euros. La formación nacionalista retiró además una de las propuestas ya que, al aprobar una del PSOE, el dinero iba a salir de la misma partida. Una cuestión que se repitió con otras propuestas en la que los grupos de la oposición no se apoyaron porque afectaban a sus propias enmiendas. El resto de propuestas hasta 50, entre ellas todas las de Liberales, fueron rechazadas por los 13 votos en contra del gobierno y Cs.

Debate y aprobación

Con las enmiendas ya aprobadas o rechazadas, comenzó el grueso del debate que terminó con la aprobación del presupuesto con los votos a favor de PP, CBM y Cs (13); PSOE, Liberales y Compromís (10) votaron en contra; y uno de los ediles no adscritos, Juan García se abstuvo. La otra abstención llegó porque el otro edil no adscrito, Leopoldo Bernabeu, abandonó justo la sesión en el momento de la votación. Antes de ello, el primer edil había aceptado votar la petición del PSOE de retirar el asunto para «traer unas cuentas de nuevo consensuadas y realistas», algo que fue rechazado a continuación.

Y es que el borrador que ayer se aprobó es la segunda versión después de semanas de «duras negociaciones» en las que finalmente el PP cedió a las peticiones de Ciudadanos para la inclusión de varias partidas en el capítulo de inversiones que obligaron a reducir el presupuesto de proyectos como el Polígono Industrial o la avenida del Mediterráneo; pero también con la garantía de que cumplirán en lo que queda de año con otras 26 peticiones.

Con todo, la concejal de Hacienda indicó que el presupuesto cumple «la regla de gasto», «el Plan de Ajuste» y «el principio de estabilidad», al tiempo que asegura «el equilibrio económico del Ayuntamiento, atendiendo el interés general». Las cuentas finalmente ascienden a un total de más de 102 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,6% respecto al año anterior.

Pero esta visión tan «positiva» del presupuesto no la compartían el resto de partidos de la oposición. El portavoz Rubén Martínez apuntó que el gobierno y Cs volvieron a sacar el «rodillo» para «tumbar» el 80% de sus enmiendas. Además, el socialista calificó las cuentas de «papel mojado» ya que habían asuntos que no se contemplaban como la indemnización de la estación de autobuses o los fondos de la EDUSI. «En cuanto vengan estas cuestiones, habrá que modificar el capítulo de inversiones». Es decir, que Martínez considera que el presupuesto nace condenado a ser modificado, una cuestión que también compartió el portavoz de Compromís, Josep Bigorra.

La liberal Gema Amor por su parte habló en todo momento de «presupuesto bajo sospecha» e hizo varias alusiones también a los temas pendientes que el Ayuntamiento tiene con el empresario Enrique Ortiz y que afectarían a las cuentas municipales.

Los grupos de la oposición además criticaron que el PP había concedido todo a Cs y acusaron a estos últimos de sólo defender sus proyectos, algo que fue rebatido por el portavoz de la formación naranja, Rafa Gasent, quien indicó que cada propuesta era «por el bien de la ciudad».