Benidorm tiene empadronadas 4.967 personas mayores de 75 años, de las cuales 2.591 residen solas y 2.376 lo hacen en pareja.

Muchas de ellas, no han escogido esta soledad, ni tampoco conocen todos los recursos que ofrece Bienestar Social, como la teleasistencia, la ayuda a domicilio, los centros de día o programas como «Majors a Casa» y «Menjars a casa», para paliar su situación.

Con el objetivo de dar visibilidad a estos casos, ayer se presentaba una iniciativa, «Proyecto Brújula», que quiere detectar y tratar situaciones de soledad entre la población residente.

Se trata de sacar a la luz, según explicó la edil de Bienestar Social, Ángel Llorca, esos casos «invisibles» de personas que quieren seguir viviendo en sus casas, aunque sus parejas o familias no puedan acompañarles a diario.

Mediante una red de voluntarios y organismos, como farmacias o profesionales sanitarios, se quiere garantizar la seguridad de los ancianos, sobre todo los más dependientes, evitando llegar a situaciones que obliguen a trasladarlos a residencias u hospitales.

El sistema, que comenzará a funcionar en inglés, francés, valenciano y castellano, valorará, detectará, realizará un seguimiento y establecerá un protocolo de actuación para atender a personas (sobre todo mayores de 75 años), que de otra manera quizás no solicitarían ayuda en el área de Bienestar Social.

La técnico responsable de la Atención Domiciliaria, Mª José Trigueros, y la educadora social Isabel Ortega, explicaron más detalles de esta particular «brújula» que busca guiar a los mayores hacia una vida más social.

Para dar a conocer el proyecto, la Concejalía de Bienestar Social tiene previsto realizar jornadas de sensibilización en las que participen centros de salud, farmacias, asociaciones de vecinos, Cruz Roja o Cáritas.

Un test identificativo

El hospital comarcal de Villajoyosa se sumará también al proyecto y se editarán trípticos que incluyen un pequeño test con varias preguntas, con el fin de conocer si se está ante un posible caso de aislamiento o exclusión.

Benidorm, una ciudad de referencia para el turismo de la tercera edad, quiere también ser un modelo en la atención y cuidado a sus mayores residentes en el municipio.