Como cada año, y ya van siete ediciones, La Vila Joiosa ha vuelto a recordar sus raíces romanas con el festival «Festum Alonis», un evento de recreación histórica organizado por el Ayuntamiento, Vilamuseu y la Asociación Cultural Hispania Romana.

La particularidad de esta edición ha residido en que la asociación ha elegido al municipio para estrenar nuevos módulos sobre la vida y la muerte en la Antigua Roma, que representarán en un futuro por toda España. De esta manera, vecinos y visitantes pudieron ayer disfrutar del «sublatus», una ceremonia parecida a los actuales bautizos, en la que un bebé era elevado en brazos como símbolo de haber sido aceptado como miembro de una familia.

Se da la curiosidad de que la pareja que representó ayer la escena ya contrajo «matrimonio romano» durante el «Festum Alonis» celebrado en 2015.

La ceremonia fue solo una parte de las múltiples actividades recreadas fielmente (con toda la vestimenta, símbolos, objetos, etc.) para rememorar el campamento romano (ubicado junto a la Torre funeraria romana de Sant Josep), que se instaló en pleno centro de la actual Vila Joiosa durante las Guerras Sertorianas, en el siglo I antes de Cristo.

Además de las visitas públicas a la Torre de Sant Josep y al campamento («castra»), «Festum Alonis» mostró ayer al público aspectos de la vida cotidiana como las clases sociales, los oficios, los juegos infantiles o la vida de las mujeres. Beate Schneider, una de las mejores conocedoras de los telares antiguos, mostró también en directo, con su propio telar, cómo se fabricaban los tejidos en aquella época. También hubo tiempo para presentaciones literarias.

Ritos de los difuntos

Este año, además de difundir el valor de la familia y de la vida con ese singular bautismo y otras actividades (que contaron con traducción a lengua de signos y diferentes idiomas), se va a representar y a explicar cómo afrontaban la muerte en la antiguedad.

De esta manera, esta mañana, entre las 11:00 y las 12:30 horas, se recreará para el público asistente la muerte en Roma. Junto a la desembocadura del río Torres se estrenará la representación de los ritos de los difuntos y después se realizará una procesión funeraria, acompañada con música, hasta la Torre de Sant Josep.