Llega el buen tiempo y los turistas que viajan en caravana o autocaravana eligen lugares privilegiados a pie de playa para pasar sus noches de vacaciones. En verano, la llegada de estos vehículos se multiplica y los ayuntamientos de la Marina Baixa que cuentan con costa intentan evitar que las playas se conviertan en campings improvisados. El problema es que la decisión de prohibir pernoctar en estas zonas no gusta a todos y los usuarios critican que les obligan a retirar sus vehículos pero no el resto de turismos aparcados en ellas.

Benidorm, l'Alfàs del Pi, Altea, Finestrat o La Vila Joiosa llevan años luchando para evitar la proliferación de estos vehículos. Para ello, recurren a la ley de Costas que prohíbe expresamente aparcar caravanas o autocaravanas en la playa o alrededores. Pero además, algunos de estos municipios recogen en sus ordenanzas puntos específicos para regular estos estacionamientos.

La capital turística es una de las que acusa la proliferación de estos vehículos todo el año pero, sobre todo, en verano. En su caso no aparcan en primera línea de playa en la actualidad ya que en la zona de Levante es prácticamente imposible y en Poniente se ha conseguido evitar. Pero sí hay otros lugares como la avenida de l'Almirall Bernat de Sarrià, junto a los campos de fútbol de Antonio López, donde el ir y venir de estos vehículos es constante. También en algunas calles más apartadas del Rincón de Loix. Según las fuentes consultadas por este diario, el problema radica en que estacionan en una zona en la que no se puede ni aparcar. Hace unos meses, la Policía Local comenzó un control exhaustivo en el que se empezó a avisar a los usuarios de que debían abandonar la zona o bien podían ser multados.

Nueva prohibición en La Vila

En La Vila, el Ayuntamiento también ha comenzado a tomar cartas en el asunto. Desde hace unas semanas, aquellas caravanas que aparcan o acampan en primera línea de playa a la altura de la desembocadura del río Amadorio tienen que abandonar la zona avisadas también por la Policía. Allí, en un trozo de tierra que funciona como parking, el Consistorio ha colocado una placa en la que se puede leer «prohibido aparcar caravanas y autocaravanas en toda la costa» y hace referencia a la ley.

Sin embargo, los usuarios de este tipo de turismo que son asiduos de la zona porque consideran que «se nos está discriminando». La razón, según una de las afectadas, es que «igual que nos dicen a nosotros que nos vayamos y si no, nos multarán, también tendrían que retirar el resto de turismos que están aparcados en el solar». Así, la mujer asegura que en La Vila «hace años que no había problema pero desde hace unos meses sí, y es porque alguien se ha quejado». Ella considera que «los que vamos en caravana somos muchos más limpios» que «muchos que van a la playa y lo dejan todo tirado». Así, añade que «la norma nos permite estar en aparcamientos mientras no saquemos nada del vehículo»; es decir, que no pueden sacar sillas, ni mesas ni, por ejemplo, vaciar los depósitos si no es en un lugar para ello.

Con todo, esta usuaria asegura que en alguna ocasión se han dirigido a otras zonas de la ciudad «para no molestar» y «acabaron robándonos dentro de la caravana». Pero fuentes del Ayuntamiento explicaron a este diario que la ley es muy clara y no se permite acampar ni aparcar este tipo de vehículos en la zona de la desembocadura, de ahí que hayan puesto la señalización nueva.

En otros lugares, como Altea, una restricción al paso acabó hace un tiempo con el aparcamiento de caravanas que también había en la desembocadura del río. En l'Alfàs del Pi, la zona de l'Albir contaba con varios espacios que siempre estaban llenos de caravanas. En uno de ellos, un aparcamiento público, la colocación de una valla para la altura evitó la entrada y tuvieron que buscar otros espacios.

Lo cierto es que la normativa de la DGT aprobada en 2015 también lo explica: pueden estacionar y circular como vehículos, pero no pueden acampar. Sin embargo, las interpretaciones de la misma varían según quien las haga. Fuentes consultadas por este diario indicaron que «es difícil atajar el problema» porque «queda muy mal desalojar a este tipo de turistas» de algunas zonas o prohibirles que pasen la noche. Otras fuentes apuntan que «lo que tienen que hacer es irse a un parking o a un camping».

Quejas de los campings

Así, desde la asociación comarcal de Campings, indican que creen que «no hay interés en acabar con el problema» y que en un sitio con «11.000 plazas del camping, no se entiende que se acampen en las playas». Con todo, alegan que «no pueden pernoctar» en esos espacios ya que «la ley es muy clara».

Estas fuentes indican que los usuarios incluso cuentan con herramientas «para comunicarse e informar sobre zonas para acampar», como ocurre con la situada al lado de los campos de fútbol. «Alguno nos ha acabado preguntando por donde estaba el área de acampada» cuando «ni siquiera existe». Así que, con la llegada del verano, los ayuntamientos están preparados para evitar que algunas zonas públicas muten en aparcamientos de caravanas.