Al estallar la Guerra Civil española el pueblo escandinavo lanzó una campaña para ayudar al Gobierno de la República. La población se volcó con la causa y consiguieron reunir dinero para mandar a España alimentos y medicinas. Pero la colaboración con el país en guerra no acabó ahí: se creó el Hospital Sueco Noruego de Alcoy para atender a los soldados heridos de guerra.

En septiembre y octubre de 1938, la aviación italiana bombardeó la ciudad alcoyana y se tuvo que evacuar el hospital. Parte de sus internos fueron trasladados a La Vila donde había un hospital de sangre ubicado en el Colegio Doctor Álvaro Esquerdo. A la cabeza en ese viaje estaba el Doctor Bastos, un prestigioso traumatólogo que quiso continuar su labor en el municipio. De hecho, acabó viviendo en una de las casas más emblemáticas: Villa Giacomina.

En la actualidad, aquel centro escolar que albergó a los heridos se ha convertido en la sede de Vilamuseu y en él puede verse desde ayer una exposición sobre el Hospital Sueco Noruego que funcionó en Alcoy y que recoge fragmentos de lo sucedido hace ochenta años en dos muestras diferentes, una histórica y una artística con fotografías creadas por el artista alcoyano Antoni Miró. Las paredes de Vilamuseu acogen de esta manera un pedazo de aquel centro hospitalario que ha vuelto a La Vila.

Años de estudio

La exposición, que forma parte de las muestras complementarias del museo, abrió ayer sus puertas y fue el comisario de la misma, Ángel Beneito, y el archivero municipal, Albert Alcaraz, quienes dieron una explicación de la misma. Al acto acudió el alcalde Andreu Verdú, y miembros de la Corporación además del director de Vilamuseu, Antonio Espinosa.

Beneito conoció el tema a partir de un proyecto sobre historia de la Salud Pública y ha dedicado años a investigar el hospital, incluso desplazándose a otros países. La parte dedicada a La Vila ha sido realizada por Alcaraz junto con Vilamuseu y han colaborado otras personas en la búsqueda de fotografías y testimonios. Incluso se ha recibido desde Noruega un uniforme militar del director del hospital, el doctor Einar Pettersen, gracias a su hija Oddbjørg Granheim junto a documentos.

Por su parte, la obra del artista alcoyano Antoni Miró se enmarca dentro del realismo social y en sus series hay unos temas que se repiten como el rechazo a la opresión. Miró recoge en esta muestra instantáneas de este acto de solidaridad del pueblo escandinavo, del hospital y su personal así como la crudeza de la guerra tanto en los soldados como en la población civil. La fuerza de las imágenes y el color utilizado no deja indiferente al espectador.