Alcoy es conocido a nivel turístico fundamentalmente por las Fiestas de Moros y Cristianos y por los actos relacionados con la Navidad, que atraen todos los años a miles de visitantes. El reto está puesto ahora en desestacionalizar e incrementar la presencia de turistas fuera de estas dos celebraciones, para lo cual se cuenta con argumentos más que suficientes.

Los Moros y Cristianos son el santo y seña del turismo en Alcoy. La prueba más evidente es la altísima demanda de sillas para preseciar las Entradas, que este año amenaza con batir todos los récords.

El otro gran polo de atracción es el denominado Nadal Alcoià, un evento en el que conviven la Cabalgata más antigua de España, el Bando Real, Les Pastoretes y el Belén de Tirisiti, una singular celebración para la que se persigue la declaración como Patrimonio de la Humanidad.

En este contexto, el Ayuntamiento viene trabajando desde hace tiempo para poner en valor otros atractivos no tan conocidos de la ciudad, pero igualmente con un gran potencial turístico. Este es el caso del patrimonio modernista, que el pasado mes de septiembre recibió un potente impulso promocional con la celebración de la primera Semana del Modernismo, que obtuvo un notable éxito de asistencia.

Una deuda pendiente de la ciudad es la que mantiene con el patrimonio industrial. En este sentido, el Ayuntamiento ha anunciado el inmiente inicio de un ambicioso proyecto de rehabilitación de parte del complejo fabril del Molinar, cosiderado como la cuna de la industrialización valenciana. Todo ello sin olvidar la importante red de museos, el impresionante atractivo natural que ofrecen los parques de la Font Roja y Mariola, los yacimientos arqueológios o la reapertura del Centre d'Art d'Alcoi como sede del IVAM.