El mismo viento que en la mañana de ayer dañaba el monumento fallero del Rincón de Loix, mecía en esta zona, una de las preferidas por los turistas extranjeros, cientos de banderas y globos con motivos irlandeses.

La razón de tanta decoración, como en otros años, no era otra que la celebración de San Patricio, patrón de Irlanda, que se ha convertido ya en otra tradición más que adopta Benidorm, ciudad habituada a acoger a ciudadanos y fiestas de todo el mundo.

La de ayer fue una jornada de fiesta algo empañada por la meteorología, que no dio tregua a los cientos de turistas y alguno que otro residente con ganas de celebrar. El día amaneció soleado y con él comenzaban a llegar a la zona de la playa de Levante los primeros curiosos ataviados de sombreros, gorros, gafas y demás atuendos verdes, color principal de Irlanda.

Los empresarios de esta área prepararon una serie de actividades como bailarinas irlandesas, sorteo de regalos, música en directo... Todo ello llenando el paseo de Levante de banderas verdes en honor a San Patricio. El viento y algún que otro episodio de lluvia ligera deslució el acto, aunque la gente se refugió en los bares para cantar, acompañados de las tradicionales pintas de cerveza negra.

Lleno en la «zona inglesa»

Algo parecido sucedió en la denominada «zona inglesa» de Benidorm, área que lleva celebrando tres décadas la fiesta de San Patricio. Se trata de una iniciativa que a finales de la década de los ochenta se ponía en marcha gracias al propietario de un conocido pub, que todavía hoy sigue ubicado en pleno corazón del área británica benidormense; una zona que capeó los efectos del viento con alegría y buen humor.

Así, desde la confluencia de la Avenida Europa con la Calle Gerona hasta el Rincón De Loix, todos los bares rindieron ayer su particular tributo a Irlanda.

Mezcla de culturas

A falta de más ambiente en la calle, los bares de esta zona sí se llenaron de disfraces, despedidas de soltero, gogós... Una maravillosa mezcla de contrastes que definen lo que es Benidorm, una ciudad acogedora en la que, en una sola mañana, puedes ver a un hombre vestido con el traje de fallero y cruzarte con un simpático turista disfrazado de duende.

Destacar también que San Patricio no es solo patrimonio de la República de Irlanda y de los británicos, también algunos bares del casco antiguo y otras zonas de restauración española celebraron la festividad irlandesa.

De hecho, cada vez más hoteles de Benidorm reciben visitantes expresamente para el 17 de marzo e incluso se preparan fiestas y menús temáticos con el verde como color principal. La lluvia y el viento no pudieron ayer con las ganas de fiesta de cientos de turistas y residentes. Todos contribuyeron a aumentar la felicidad y, dicho sea de paso, las cajas registradoras de algunos esforzados hosteleros.