La Iglesia de San Jaime y Santa Ana de Benidorm se quedó ayer pequeña para acoger a todos los asistentes al funeral del exsenador Miguel Barceló Pérez. Los familiares estuvieron arropados por numerosos amigos, vecinos y compañeros de partido del político así como otras personalidades y representantes de colectivos que quisieron dar el último adiós a aquel que marcó una época en el PP y que falleció el pasado lunes a los 94 años en su domicilio de Benidorm.

Las campanas comenzaron a sonar a las 11.00 horas en punto cuando el cortejo fúnebre ya había llegado a la Iglesia de San Jaime y Santa Ana, donde se ofició el funeral. Los primeros en entrar al templo fueron los más allegados del exsenador, con sus hijas Ángela Barceló y Rosa y su nieto, el también senador Agustín Almodóbar, en primer lugar. A ellos les seguían más familiares exceptuando el yerno del fallecido, el expresidente del Consell, Eduardo Zaplana, que no acudió al funeral por motivos de salud.

También quisieron estar junto a él sus amigos de siempre como el exdiputado y sobrino de Barceló, Francisco Murcia, además de numerosos miembros de su partido, algunos en activo y otros no, como la presidenta del PP de la Comunidad, Isabel Bonig; el expresidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll; el presidente actual de la institución provincial, César Sánchez; o el presidente provincial del PP, José Císcar; entre otros. Además acudieron el exalcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll; el diputado y alcalde de La Nucía, Bernabé Cano; y el exalcalde de Altea, Miguel Ortiz.

En clave local, el alcalde de Benidorm, Toni Pérez; la primera teniente de alcalde, Ana Pellicer; o las concejalas populares María Jesús Pinto y Ángela Llorca arroparon a la familia Barceló en la despedida del exsenador. A ellos se sumaron otros concejales socialistas y de Ciudadanos de la Corporación municipal. El exalcalde Manuel Catalán Chana también acudió al entierro. Pero además, al funeral se sumaron representantes del mundo empresarial y hoteleros como la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, u otras personalidades como el ingeniero Francisco Santiago, entre otros. Tras el funeral en la Iglesia de San Jaime, el cortejo fúnebre se desplazó al cementerio para enterrar al exsenador en la más estricta intimidad.