Sobre las 11.30 horas, un gran estruendo sorprendió a los que paseaban por la zona del Rincón de Loix de Benidorm o a aquellos que estaban en sus negocios o sentados en una terraza. En un pequeño restaurante de la calle Cuenca, casi en la esquina con Mallorca, en plena zona «guiri», se producía la explosión de varias bombonas de propano, una deflagación que desataba todas las alarmas y que hacía pensar en las peores consecuencias. Finalmente, y a pesar de lo aparatoso del incidente, sólo hubo un herido leve que fue atendido en el momento.

Por causas que se desconocen, a media mañana se produjo una deflagacíón en una de las botellas de ese gas ubicada junto a otras que había en el local. La explosión provocó que las cristaleras del negocio se rompieran en mil pedazs hacia fuera y que el propano se dispersara por el mismo establecimiento y se acumulara en el sótano del mismo, según las fuentes consultadas por este diario.

Al lugar se desplazaron tres vehículos del Consorcio Provincial de Bomberos de la Marina Baixa ubicado en Benidorm, un vehículo escalera, uno de primera salida y otro de mando y jefatura; así como agentes de la Policía Local, la Policía Nacional y Cruz Roja entre otros. Nada más producirse la explosión, la zona quedó acordonada y se evacuó un perímetro de 150 metros desalojándose los locales y sótanos del alrededor, según las mismas fuentes. En ese momento se pudo ver a vecinos y turistas en las calles adyacentes preocupados por lo ocurrido.

Los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para controlar y conseguir dispersar el gas acumulado. Lo hicieron por medio de potentes ventiladores y durante cerca de tres horas.

En un primer análisis, la cantidad de monoxido acumulada en ese sótano era «del 100%» y con un nivel de «explosividad» muy alto, por lo que habia riesgo de que se produjera otra explosión. Finalmente la situación se dio por controlada sin que se produjeran más daños.

Los efectivos sacaron una veintena de bombonas del interior del negocio que se mantuvieron dentro del perímetro de seguridad que habían marcado la policía.

La zona se mantuvo acordonada hasta que acabó la intervención y se reabrió a la circulación del tráfico una hora después del suceso, según las mismas fuentes. El incidente causó heridas a uno de los trabajadores del restaurante que se encontraba cerca de las bombonas en el mometo de la deflagación provocándole quemaduras en la cabeza. Según fuentes municipales, fue atendido por los servicios sanitarios en el lugar.

Bar precintado

Ya cuando el suceso estuvo controlado y no hubo peligro, técnicos municipales acompañados de efectivos de bomberos visitaron el negocio para hacer las comprobaciones pertinentes.

Según las fuentes consultadas por este diario, la policía procedió a «levantar acta» sobre lo ocurrido y el bar quedó «precintado» por «motivos de seguridad» hasta que «aporte toda la documentación pertinente sobre la instalación de gas» entre otras cuestiones.