Una reforma necesaria pero que nunca acaba de llegar. La comunidad educativa del colegio público Vasco Núñez de Balboa de Benidorm tiene previsto retomar las movilizaciones para exigir a la conselleria de Educación el arreglo de las importantes grietas que hace años obligaron a clausurar cuatro aulas del centro. Lo hacen tras ver que los meses pasan y que la prometida reforma nunca acaba de llegar, a lo que se suma ahora un nuevo retraso que podría demorar hasta noviembre el inicio de los trabajos.

Así lo trasladó ayer la presidenta de la asociación de padres y madres de alumnos (AMPA) de este colegio, Sandra de Vega, quien explicó que los técnicos de la Conselleria han realizado una modificación del proyecto de última hora que podría verse afectada por cambios en la legislación.

El Vasco Núñez de Balboa se construyó en el año 1975 y, desde entonces, ha sufrido varias ampliaciones. Sin embargo, la primera edificación permanece prácticamente igual que el primer día, lo que en el año 2009 llevó a la Generalitat a anunciar un proyecto que contemplaba la posibilidad de derribar el centro educativo y construir en su lugar un nuevo colegio. La previsión era empezar las obras tras el curso escolar 2009-2010, pero las mismas nunca llegaron a realizarse. Entonces, las grietas ya habían empezado a copar muchas de las paredes del colegio. En 2014, el mal estado de algunas de estas instalaciones y los desprendimientos registrados, obligaron a clausurar cuatro aulas y reubicar a sus alumnos en otras zonas del edificio, una situación que se prolonga hasta el día de hoy.

Desde el AMPA explicaron ayer que Educación se comprometió a iniciar las obras el próximo mes de mayo, pero que ahora, con las nuevas modificaciones, las mismas podrían volver a acumular una nueva demora, con la que no están «para nada conformes».

La presidenta de la agrupación de padres avanzó ayer que, si en esta semana no tienen noticias por parte de los técnicos de la conselleria con respecto al inminente inicio de las obras, tienen previsto retomar las movilizaciones que ya realizaron en su día para reclamar la retirada del tejado de fibrocemento que había sobre el gimnasio, y que finalmente sustituyó el Ayuntamiento. En esta ocasión, los planes del AMPA pasan por realizar huelgas diarias de 10 minutos a las puertas del colegio, con el fin de hacerse oír ante el conseller Vicent Marzà y exigirle que cumpla con las promesas realizadas, como explicó ayer la presidenta del AMPA, Sandra de Vega.