«No a l'extermini de la nostra Vall», «No al arranque de árboles sanos». Estas dos frases fueron ayer el lema empleado por los afectados por la Xylella Fastidiosa para hacer llegar a Europa su disconformidad con el plan de erradicación puesto en marcha por el Consell para combatir esta plaga, que está arrasando con los almendros de secano de la provincia. Cerca de un centenar de agricultores se manifestaron en Callosa d'en Sarrià para hacerse oír ante los auditores enviados por la Oficina Veterinaria y Alimentaria de la Comisión Europea para conocer de primera mano la problemática y las medidas puestas en marcha por las administraciones públicas contra esta bacteria, con el fin de poder elaborar un informe de situación. En la protesta se registraron, incluso, algunos momentos de tensión, que hicieron mediar a la Guardia Civil sin mayores consecuencias.

La Oficina Comarcal Agraria de la Marina Baixa, ubicada en Callosa, fue el escenario del encuentro que reunió a los técnicos europeos con representantes de la Conselleria de Medio Ambiente, el Ministerio y de distintas entidades agrarias de la Comunidad. El mismo sirvió para que cada organismo expusiera sus argumentos en favor o en contra de cómo se está actuando. Fuentes de la reunión explicaron que, mientras que las administraciones públicas defendieron la tala de árboles ordenada en las parcelas afectadas, los representantes de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) fueron los que alzaron la voz de forma más crítica contra este plan, que «condena» de igual manera a los árboles afectados por la Xylella como a los que están sanos y no prevé ningún otro control ni seguimiento posterior a la tala.

«Y lo más grave no es eso, sino que la propia Conselleria dice que no sabe si las medidas de erradicación están siendo efectivas ni tampoco se ha planteado cuál va a ser el umbral. No piensan parar mientras la plaga solo afecte a los almendros», manifestó Ramón Espinar, el secretario técnico de Asaja en Alicante. Esta agrupación trasladó a los técnicos de la Comisión Europea su descontento por las formas que está empleando la Conselleria de Agricultura: «Se limitan a arrancar árboles y se acabó, por una mera cuestión económica. La erradicación recibe fondos europeos y la contención, no. Y, además, esta última es una acción más costosa, porque supone poner el foco en el insecto vector, aislar la zona, arrancar sólo los árboles infectados y los sospechosos y hacer un seguimiento permanente árbol a árbol», explicó el representante de Asaja, que también lamentó: «Aquí han preferido cortar por lo sano, a costa de sacrificar nuestros almendros».

Seis brotes en tres comarcas

Como ha venido contando este diario, la Xylella Fastidiosa ha sido detectada ya en un total de 135 parcelas de almendros de las dos comarcas de la Marina y El Comtat. La Generalitat ha ordenado talar 1.250 hectáreas, que representan un 30% del total de superficie cultivada con este árbol de secano en la provincia -4.300 hectáreas-. En Tárbena, por ejemplo, están afectados el 80% de los cultivos. Y todavía las cifras se podrían incrementar.

Los agricultores lamentan la falta de diálogo con el Consell: «Han venido antes técnicos de Europa que la propia consellera de Agricultura, que aún no ha pisado esta zona para ver qué está pasando», criticaron desde Asaja. Igualmente, tampoco están contentos con las indemnizaciones que se darán: entre 13 y 28 euros por almendro arrancado,dependiendo de su estado, edad y ubicación, una cantidad que, según Espinar, supone «reírse de los afectados». Por todo ello, volvieron a reclamar a la Generalitat una alternativa menos invasiva.