La estación de autobuses de Benidorm sumó ayer un nuevo capítulo a la dilatada historia para quitarle a Enrique Ortiz la concesión de las instalaciones para dar cumplimiento a una sentencia de del TSJ de la Comunidad Valenciana. La liquidación del contrato y, por tanto, la retirada al empresario de la explotación de la misma tendrá que seguir acumulando informes después de que la cuestión quedara sobre la mesa en el pleno del pasado lunes.

Como ya publicó este diario, en esa sesión, la oposición acabó forzando al alcalde, Toni Pérez, a que pospusiera el debate y la votación para aprobar la liquidación del contrato y los nuevos pliegos de condiciones que regirán una nueva adjudicación; entre otras razones, porque había dos informes contrarios de Secretaría e Intervención.

Seis horas de reunión

Ayer, como ya anunció el primer edil en el pleno, se celebraba una reunión de la Junta de Portavoces a la que asistían los grupos políticos, el gobierno y los técnicos municipales. A las 9.00 horas arrancaba este encuentro en el que, según las fuentes consultadas por este diario, los presentes tenían que limar asperezas y llegar a un acuerdo sobre cuál es la hoja de ruta a seguir después de que el pasado lunes se diera un paso para atrás al retirar la propuesta para acabar con el entuerto de la estación de autobuses.

Tras seis horas de reunión, interrumpida por un acto al que tuvieron que acudir algunos concejales, parece que el entendimiento llegó y se pusieron sobre la mesa los primeros acuerdos. Entre ellos, según las mismas fuentes, la necesidad de abordar primero cómo acabar con el contrato que tiene Ortiz y con qué cuantía exactamente hay que indemnizarle, pero detallada punto por punto.

Así, en un principio, la propuesta hablaba de 29 millones de euros pero hace dos días el PP enmendaba su propia moción en el pleno y lo rebajaba a 25 millones de euros tras comprobar que se habían incluido en la primera conceptos que no se podían aplicar. Ahora la intención es detallarlos todos.

Así que con todas estas cuestiones sobre la mesa, el Ayuntamiento ha decidido ir por partes por lo que primero el alcalde deberá hacer otra propuesta de resolución del contrato que tendrá que ser informada por los técnicos para, una vez que tenga el visto bueno, plantear la liquidación del mismo.

Después de este punto, será cuando se aborden los pliegos ya que algunos miembros de la oposición no se mostraron ayer convencidos con el modelo que siguen los que hay ahora. Fue el caso de Ciudadanos (Cs) quien explicó que «hay varias opciones y la actual no la tenemos clara; con otra, igual conseguimos que se presenten más empresas». Compromís también indicó que tenía «dudas» en algunas partes de los pliegos y que se planteaba la cuestión de si habría que volver a licitar todo junto, es decir, hotel, supermercado e instalaciones, o hacer tres lotes.

Sin prisa pero sin pausa

Con todo, el alcalde afirmó que se está trabajando «en razonar las diferentes propuestas» para solucionar un problema «histórico» que «tiene la ciudad desde hace demasiado tiempo». Así apuntó que «cualquier paso que demos hacia la solución tiene que ser sin prisa, pero sin pausa» para poner fin a este lío administrativo con el empresario Enrique Ortiz que se dilata ya demasiado.