Hace dos días, el agua salía por la presa del pantano del Amadorio, en La Vila Joiosa, a pesar de que el embalse está al 40% de su capacidad. Este desembalse volvió a hacer saltar las alarmas en el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa y en la Comunidad de Regantes de La Vila, al estar vertiéndose todo ese caudal al mar.

La apertura de compuertas por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) viene motivada, según han explicado desde las dos entidades aludidas, a que se está cumpliendo lo que recoge la norma del Plan Hidrológico Nacional (PHN) sobre los caudales ecológicos que deben tener los ríos. La llegada de una avenida de agua al pantano, que podría deberse a las lluvias y nieves de las últimas semanas, ha hecho que se hayan abierto las compuertas para verter ese agua «limpia» al mar, sin que haya ninguna opción de guardarla.

El embalse del Amadorio, como el de Guadalest, son pantanos que no se alimentan de la cuenca sino de las aguas que les llegan de forma «artificial», por lo que «no tiene sentido que abran» las compuertas, según argumentó el ingeniero Jefe de Explotación del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Jaime Berenguer.

El experto explicó a este diario que el organismo del que forma parte lleva «tres años» luchando para intentar cambiar esa norma y que no se pierda el agua en casos como el de estos días: «el Consorcio, las comunidades de regantes y los usuarios nos oponemos porque va en detrimento de los derechos de todos».

Pero además indicó que el Consorcio siempre se ha opuesto a estos caudales ecológicos ya que el río Amadorio, como también pasa con el Guadalest, «son ríos rambla», una característica de los ríos del Mediterráneo que hace que sean diferentes por las fuertes avenidas de agua cuando llueve mucho pero que en época estival se acaban secando.

En el PHN

Berenguer explicó que la capacidad que tienen que tener esos caudales figura en el PHN y «hay que cumplirlo» pero, desde el Consorcio, «no nos parece bien» porque se está imponiendo el mismo caudal ecológico que en ríos «del norte de España» cuando no tienen nada que ver. Por ello, desde la entidad, se interpuso el pasado año un recurso ante el Supremo contra esa norma del Plan Hidrológico para que se cambie en los dos ríos más importantes de la comarca y que no se comparen con otros caudalosos de otras partes del país.

Desde la Comunidad de Regantes de La Vila los argumentos fueron prácticamente los mismos. El gerente de la entidad, Pedro Alemany, indicó a este diario que «están soltando» el agua que marca la ley pero que «no estamos nada de acuerdo con esos protocolos». Así apuntó que «se entendería que desembalsaran si hubiera una gran avenida de agua y el pantano estuviera al 80%, pero no es el caso».

El responsable de la entidad indicó que a los agricultores de la zona «les cuesta mucho dinero» tener agua para regar para luego ver cómo el «agua limpia» del pantano llega al mar sin poder salvarla. Además apuntó a que, aunque cuentan con aguas depuradas para sus campos, «la que se vierte es mucho mejor para los cultivos» por lo que piden soluciones para poder recogerla antes de que llegue al mar y se pierda. Así, tanto Berenguer como Alemany apuntaron que «es complicado hacerles entender cuando están usando aguas reutilizadas que ahora se abren las compuertas y el agua se va al mar».

Movilizaciones

La noticia de que se habían abierto las compuertas puso en pie de guerra a ambas entidades. Los cálculos son que el Amadorio podría haber estado echando agua a 10 litros por segundo, mucha agua si el pantano no está lleno. Alemany indicó que iba a poner en conocimiento del grupo ecologista y naturalista Xoriguer el desembalse de agua de estos días y que tendrán que decidir si toman alguna medida más contra esta pérdida de agua. «Si siguen tirando el agua tendremos que movilizarnos», concluyó el también concejal de Aguas de La Vila.