Benidorm

Alpargatas de varias tallas, restos de la vajilla empleada para almacenar agua, fragmentos utilizados para prender las hogueras que permitían dar la voz de alerta en caso de incursiones piráticas en la costa, o balas de plomo de mosquetes de defensa. Todo ello perfectamente conservado a pesar del paso de los siglos y de encontrarse a escasos metros del mar.

La rehabilitación de la Torre de Les Caletes, ubicada en el parque natural de la Serra Gelada de Benidorm, ha sacado a la luz restos de todos estos enseres que pertenecerían a los antiguos vigías que habitaban estas torres para alertar de la llegada de corsarios a las costas de España. Esta torre benidormense esta una de las muchas que formaban parte del sistema de defensa que la Corona creó en el siglo XVI para repeler esos ataques de piratas.

El hallazgo de esos objetos es es «excepcional», ya que «los restos orgánicos son muy difíciles de encontrar en nuestra tierra por el tipo de terreno», según explicó el director del MARQ, Manuel Olcina quien visitó ayer la torre junto al alcalde, Toni Pérez, y a la concejal de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer; el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues; el subdelegado del Gobierno en Alicante, José Miguel Saval; y la jefa del Servicio Provincial de Costas, Rosa de los Ríos; que acudieron al lugar para comprobar la finalización de las obras de consolidación que han sido financiadas por la Dirección Provincial de Costas con un presupuesto de 350.000 euros.

Análisis en el MARQ

Los objetos encontrados se han trasladado al MARQ para su análisis y conservación pero el alcalde indicó que «se va a trabajar de forma coordinada con el MARQ para que esas piezas se puedan exhibir en Benidorm aprovechando la próxima exposición prevista en el Museo Boca Calvari centrada en la Serra Gelada».

Desde el equipo de arqueólogos explicaron que este material «único» se ha podido conservar «porque la torre quedó colmatada». Con estos trabajos, los expertos tambiñen han estudiado «la vida del edificio y los diferentes momentos constructivos» de esta torre vigía del siglo XVI.

El delegado del Gobierno y la jefa de Costas indicaron que las obras de emergencia han consistido en el descombrado de la base y reposición de la mampostería en los paramentos de la torre, recuperándola conforme a la documentación histórica disponible.

Por lo que respecta al acantilado, se ha estabilizado mediante bulones con barra de vidrio y en la parte superior del talud se ha colocado malla de protección.

Además, el organismo estatal ha invertido otros 20.000 euros más en la instalación de un vallado de madera perimetral y en la mejora de los accesos al entorno de la torre a través de unas escaleras del mismo material.