Como vivían los antiguos vigías de la Torre de les Caletes de Benidorm al detalle. Las obras de consolidación de este Bien de Interés Cultural (BIC) han sacado a la luz algunas alpargatas de varios números así como vallija empleada para almacenar agua, fragmentos de vid utilizados para prender las hogueras que permitían dar la voz de alerta en caso de incursiones piráticas en la costa, o balas de plomo de mosquetes de defensa.

Los trabajos de restauración se han llevado a cabo por el Servicio Provincial de Costas del Gobierno de España. Los restos localizados se han entregado al MARQ para su estudio, catalogación y datación.

Así se lo ha traslado el equipo arqueólogo responsable de la actuación al alcalde, Toni Pérez, y a la concejal de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer, durante la visita a la torre cursada hoy por el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues; el subdelegado del Gobierno en Alicante, José Miguel Saval; y la jefa del Servicio Provincial de Costas, Rosa de los Ríos.

El director del MARQ, Manuel Olcina, ha señalado que este hallazgo es «excepcional», ya que «los restos orgánicos son muy difíciles de encontrar en nuestra tierra por el tipo de terreno»; y ha añadido que este conjunto de objetos «»merece ser expuesto y difundido». A este respecto, el alcalde ha señalado que «se va a trabajar de forma coordinada con el MARQ para que esas piezas se puedan exhibir en Benidorm aprovechando la próxima exposición prevista en el Museo Boca Calvari centrada en la Serra Gelada», el parque natural en el que se localiza la Torre de Les Caletes.

Desde el equipo de arqueólogos han explicado que este material «único» se ha podido conservar «porque la torre quedó colmatada», y ha destacado que a través de los restos encontrados se podrá conocer también «el paleoambiente de ese momento». Asimismo, los expertos han podido estudiar «la vida del edificio y los diferentes momentos constructivos» de esta torre vigía del siglo XVI.

El alcalde ha manifestado que «poco imaginábamos lo que íbamos a encontrar» durante el proceso de restauración de una torre que se encontraba en un estado de deterioro muy avanzado y «que todos pensábamos que se había descabezado». Sin embargo, con esta actuación «se ha exhumado metro y medio de torre que ningún benidormense de las últimas generaciones conocíamos».

Además de en la restauración y el hallazgo de material arqueológico, Pérez ha puesto el acento en las labores de consolidación del acantilado. Tal y como han detallado el delegado del Gobierno y la jefa del Servicio Provincial de Costas, las obras de emergencia han supuesto una inversión de 350.000 euros y han consistido en el descombrado de la base y reposición de la mampostería en los paramentos de la torre, recuperándola conforme a la documentación histórica disponible. Por lo que respecta al acantilado, se ha estabilizado mediante bulones con barra de vidrio y en la parte superior del talud se ha colocado malla de protección.

La jefa del Servicio Provincial de Costas ha recordado que esta actuación era urgente puesto que el grado de deterioro y ruina amenazaba «no sólo a la integridad constructiva de la de la torre sino también de todos los valores culturales del monumento y su entorno».

Además, el organismo estatal ha invertido otros 20.000 euros más en la instalación de un vallado de madera perimetral y en la mejora de los accesos al entorno de la torre a través de unas escaleras del mismo material.