Pinturas del siglo XVIII en los muros de las bóvedas. Este es el hallazgo que los trabajos de restauración de la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de la Asunción de La Vila Joiosa han sacado a la luz y sobre los que ahora habrá que hacer estudios para datar exactamente de qué fecha son.

Las policromías aparecieron la pasada semana tras las primeras catas hechas en el templo con motivo de la rehabilitación de toda la cubierta y parte del paseo de ronda promovida por el párroco Juan José Ortega y con un proyecto elaborado por la Universidad de Alicante (UA), como ya publicó este diario. La empresa que realiza los trabajos, la mercantil Cupola Contrucción y Restauración, ha sido la encargada de hacer estas catas que han dado resultados positivos en una de las bóvedas que da a la nave central.

En concreto, tras un trabajo minucioso para no intentar dañar las pinturas, se ha retirado un trozo del material que hasta ahora cubría esa zona y que simulaba sillares de piedra. Debajo apareció una policromía de tono granate con una cenefa dorada rodeada de una línea verdosa.

El arquitecto de la obra, el investigador de la UA Miguel Louis, explicó a este diario que las pinturas podrían situarse en el siglo XVIII, justo cuando se construyó la capilla de Santa Marta, y que fueron cubiertas posteriormente. Pero además, no se descarta que haya más antiguas debajo.

El Ayuntamiento de La Vila fue quien puso el hallazgo en conocimiento de la Conselleria de Cultura. La subdirectora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración, Gemma Contreras, visitaba a principios de semana la iglesia junto a la concejala del área, María Ángeles Gualde, y el director de Vilamuseu, Antonio Espinosa. La responsable autonómica anunció que enviaría expertos a comprobar este hallazgo, unos técnicos que acudieron ayer al templo vilero para analizar las pinturas encontradas con varias técnicas como los infrarrojos o la toma de muestras.

Dos restauradoras de ese instituto dependiente del Consell, Greta García y Margarita Doménech, fueron las encargadas de hacer las primeras tomas con cámaras especializadas en la parte izquierda de la iglesia, entre ellas, los infrarrojos. Un físico, David Juanes, tomó muestras al otro lado del templo más cerca del altar en una zona donde también se intuye la presencia de pinturas pero que están deterioradas.

Con los resultados de esta primera toma de contacto se podrán saber algunas cuestiones como qué hay debajo, si hay dibujos o si hay policromías más antiguas y fechar exactamente las encontradas. Con las muestras, se sabrá además qué capas forman la pared para saber qué técnicas aplicar después.

Restauración en otra fase

El descubrimiento de estas pinturas no afectará a las obras que se están desarrollando estos días en la iglesia que consisten en el sellado de grietas primero para actuar sobre la cubierta después. Según explicaron desde la empresa Cupola, la rehabilitación permitirá aligerar de peso la cúpula para evitar daños en el futuro.

Pero lo que sí se dejará para otra fase es la restauración de las pinturas que ahora se han descubierto. Según el arquitecto, los planes que tenían para cubrir las bóvedas interiores han cambiado tras el hallazgo. Así, una de las posibilidades que se barajan es «dejar testigos» de esas pinturas, es decir, que se vean, y pintar el resto de blanco, aunque aún se tendrá que estudiar la mejor manera de conservarlas para llevar a cabo una restauración de las mismas en un proyecto posterior y que podría tener un coste elevado.