Casi dos años después de que divergencias entre los técnicos dejaran en punto muerto la solución al vacío legal en el que encuentra la estación de autobuses de Benidorm, el gobierno local, formado por PP y CBM, abordará el próximo lunes en pleno un nuevo intento para apartar de la terminal al polémico constructor alicantino Enrique Ortiz. La propuesta, con la que se cumple una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ) del año 2012 que obligaba a licitar nuevamente las instalaciones, se dictaminó ayer en comisión informativa de Régimen Interior y se basa en los informes de las áreas de Secretaría, Intervención y Contratación. Unos informes que, una vez más, vuelven a poner negro sobre blanco a la falta de entendimiento de los técnicos sobre cómo debe resolverse el contrato y realizarse la nueva adjudicación.

Lo que sí que parece claro es que el Ayuntamiento mantendrá los criterios que ya acordó el anterior gobierno local en 2014 con el propio Ortiz para intentar desbloquear este tema. Esto es, resolver de mutuo acuerdo el actual contrato, a cambio de indemnizar al constructor por las obras que ejecutó; tanto las legales como por la superficie que edificó de más y que el Consistorio legalizó por decreto en marzo de 2015.

La propuesta elevada a pleno por el gobierno local, que da por buena la tasación realizada a instancias de Intervención basándose en los porcentajes marcados por Urbanismo y aprobados en 2014 por el pleno, reconoce a Ortiz el derecho a percibir 29.773.544,31 euros, más el IVA correspondiente; una cifra bastante inferior a la que se barajó en un primer momento, basada en una tasación del arquitecto municipal, y que cuantificaba el coste de la obra en 35,4 millones de euros. De esos 29,7 millones que se le reconocerán ahora, algo más de 27,2 corresponderían al valor de la obra legalmente adjudicada y explotada -con su correspondiente beneficio industrial-; y los 2,5 millones de euros restantes, a la obra que se hizo sin licencia y que quedó sin poder utilizarse.

No obstante, el empresario investigado en las tramas Brugal y Gürtel no percibirá la totalidad de este dinero. La edil de Urbanismo y Contratación, Lourdes Caselles, explicó ayer que a esos 29,7 millones hay que descontarles las obras ya amortizadas en los diez años que lleva en funcionamiento la estación, además del canon por la explotación de la misma que la UTE concesionaria, Estación de Autobuses de Benidorm SL, debía haber abonado al Ayuntamiento desde que comenzó a operar y que no ha pagado. La totalidad de este importe todavía está por cuantificar.

Fuentes municipales indicaron ayer que, hasta la fecha, tan sólo se ha podido calcular el canon impagado correspondiente al periodo que va entre 2007 y 2013, años en los que la empresa presentó los balances al Consistorio y cuya cuantía asciende a 109.992,04 euros.

Sin embargo, «está pendiente de calcular el canon de los ejercicios 2014, 2015, 2016 y 2017 porque la empresa todavía no ha aportado al Ayuntamiento los balances correspondientes», agregó Caselles.

Un resquicio para seguir

El acuerdo para apartar a Ortiz de la estación prevé que, en cualquier caso, el abono de la cantidad que le corresponda a Estación de Autobuses de Benidorm SL en concepto de indemnización se hará una vez adjudicado el nuevo contrato, «en ningún caso antes, y siempre y cuando sea una nueva empresa la que asuma la gestión y explotación de las instalaciones», insistió la concejal de Contratación. Ahora bien, en todo el proceso el constructor tiene reservado desde el primer día un as bajo la manga: en el caso de que no hubiera empresas que optaran a quedarse con el servicio o de que el concurso quedara desierto, la UTE participada por Ortiz mantendría su condición de adjudicatario, aunque ya con toda la obra perfectamente legal.

La propuesta incluye también tramitar el expediente sancionador sobre las obras que la mercantil construyó sin licencia y que ya se legalizaron por decreto en el anterior mandato. Además, la empresa tendrá que liquidar los tributos e impuestos correspondientes a esa superficie.