El grupo municipal Compromís, que gobierna en el Ayuntamiento de Callosa d'en Sarrià, ha protagonizado una escena de lo más chocante al votar en el pleno en contra de un plan impulsado por su propio partido en la Generalitat y destinado a mejorar colegios. El rechazo no se limitó a que los cuatro ediles de este grupo político se opusieran a la moción sobre el plan de Marzà impulsada por un grupo de la oposición, sino que además el alcalde Josep Saval tuvo que utilizar su voto de calidad para deshacer el empate técnico de la primera votación.
La propuesta fue llevada al pleno por la concejal de UPyD en Callosa, Mari Carmen Mascaró. Constaba de dos puntos: «Iniciar los trámites para la adhesión de este Ayuntamiento al Plan Edificant de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte» y «Trasladar a los centros educativos del municipio este acuerdo para que manifiesten las necesidades de reformas que estimen conveniente y gestionen los informes necesarios para presentar los proyectos de reforma conjuntamente con este Ayuntamiento». O, dicho de otro modo, una declaración de intenciones en favor de uno de los programas estrella de Vicent Marzà, al que ya se han sumado otros municipios de la Marina Baixa donde gobiernan fuerzas políticas bien dispares: Benidorm (PP y CBM), La Nucía (PP), La Vila (PSOE), l'Alfàs (PSOE) o Altea (Compromís).
En Callosa, el asunto corrió una suerte bien distinta. Los tres concejales socialistas -que también están en el gobierno local- unieron sus votos a favor al de la concejal de UPyD; los cuatro concejales del PP y la no adscrita se abstuvieron; y los cuatro de Compromís votaron en contra, lo que obligó a Saval a desempatar con su voto para tumbar la propuesta.
Mari Carmen Mascaró criticó la actitud de los nacionalistas al votar en contra de una moción que, a su juicio, «era positiva para nuestro pueblo» y achacó su rechazo a «las pocas ganas de trabajar. Es una propuesta que debían haber presentado ellos, Compromís, porque la impulsa su propio partido, pero prefieren no hacer nada». Por eso, tras el pleno ha remitido una carta al conseller Marzà para exponerle la situación creada por los ediles de su mismo signo.
Frente a estas críticas, el alcalde justificó su rechazo afirmando que «no se ha evaluado si realmente tenemos necesidades educativas en el pueblo» y que «antes de aprobar nada, hay que hablar con el consejo escolar y redactar proyectos, algo que tampoco se había hecho». Además, Saval dijo que hay «plazo hasta 2022 para adherirse a este plan»; afeó que fuera Mascaró la ponente de la moción: «Ella no es la que gobierna, sino nosotros»; y, pese a su voto en contra, tildó al Edificant como un «plan magnífico de la Conselleria».
