Mientras cientos de turistas disfrutaban felizmente ayer de unas merecidas vacaciones en BenidormBenidorm, la habitación de un hotel de la ciudad era testigo de una macabra historia que se descubriría horas después. Un hombre de 38 años y natural de Valladolid fue detenido por agentes de la Policía Nacional después de confesar que había matado a su madre, de 71, en el domicilio familiar de Valladolid.

Los hechos tuvieron lugar en torno a las 13.30 horas, después de que el arrestado presuntamente intentara quitarse la vida en el interior de la habitación del hotel en el que se alojaba. Fuentes conocedoras de los hechos explicaron que el arrestado se había registrado un día antes en el Gran Hotel Bali de la ciudad, uno de los establecimientos turísticos más altos de Europa, en el que se le asignó una habitación en el piso 14.

Las mismas fuentes indicaron que una limpiadora de este establecimiento encontró en el hall del hotel una nota manuscrita en la que podía leerse un mensaje más que evidente: «Por favor, no me ayuden, me quiero morir». Extrañada por el contenido del manuscrito alertó a otros compañeros de trabajo y, al ver que en el papel figuraba la palabra Valladolid, realizaron un cribado de todos sus clientes, logrando localizar a un huésped de 38 años procedente de esta provincia. Inmediatamente, una responsable subió hasta la habitación donde se alojaba este joven y, tras llamar repetidamente a la puerta, logró que le abriera.

Aunque no han trascendido demasiados detalles, distintos testigos indicaron que el hombre habría intentado quitarse la vida, bien saltando al vacío bien mediante la ingesta de barbitúricos, antes de la llegada de esta trabajadora del establecimiento. Y que, al parecer, en el momento de ser localizado podría hallarse bajo el efecto del alcohol o de alguna otra sustancia, según algunos testigos. Sin embargo, la mujer pudo mantener con él una conversación y convencerle para bajar hasta el vestíbulo y llamar a la Policía. El hombre le habría confesado que había asfixiado a su madre y que por eso quería quitarse la vida, un extremo que después también habría ratificado a los agentes.

Tras su detención, fue trasladado al Hospital Comarcal de la Marina Baixa, donde fue atendido en el área de Psiquiatría, y más tarde fue conducido a los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional en Benidorm. En paralelo, policías de este cuerpo en la capital vallisoletana acudieron hasta el domicilio de la familia del detenido, donde descubrieron el cadáver de su progenitora, sin aparentes signos de violencia. Ahora será la autopsia la que revele la causa de su muerte y qué implicación pudo tener el hijo.